El aumento de la temperatura del Mediterráneo afecta a la pesca: cada vez hay menos capturas
La ausencia de peces afecta al consumo de pescado con los precios de las lonjas por encima de lo habitual
El calor cambia la fauna del Mediterráneo: aparecen hasta 23 nuevas especies de peces tropicales en Málaga
AlicanteEl Mediterráneo es noticia desde hace semanas por las temperaturas récord que están alcanzando sus aguas. Las boyas están anotando máximos históricos en junio, con valores que no suelen registrarse hasta agosto. Este calor es peligroso porque sirve de combustible para tormentas y borrascas en otoño pero, según informan en el vídeo Ana García Quesada y Jéssica Ruiz, se ha detectado una nueva perjudicada: la fauna marina.
El calentamiento de las aguas provoca la muerte de algunas especies del ecosistema marino y la cadena alimenticia se rompe. Muchos peces pasan hambre y otros emigran o se refugian en aguas más frescas, ya sea a mayor profundidad o yéndose lejos. A parte del daño que esto hace a la naturaleza, los pescadores lo notan en su producción.
Las aguas superficiales, a casi 30ºC, expulsan a la mayoría de peces
Vuelven a puerto los pescadores alicantinos tras comprobar, un día más, que la subida de temperatura del Mediterráneo está mermando sus capturas. Antonio Chacopino es patrón de barco pesquero. Cada verano tiene el mismo problema, "cuando entran las temperaturas altas, el pescado se va a mayor profundidad", pero esta vez llega más pronto y con más fuerza de lo habitual.
Los peces huyen de las aguas demasiado calientes de la superficie. A los 30ºC ha llegado esta semana el agua del Mediterráneo, "una temperatura de mar tropical", asegura Jorge Olcina, climatólogo de la Universidad de Alicante. El calor expulsa a algunas especies cuando no se sienten cómodas pero, a otras, directamente las mata, provocando que se rompa la cadena alimenticia y afectando negativamente a la totalidad del ecosistema. Y sus depredadores también se tienen que ir, pues se quedan sin alimento.
El riesgo de que el calor de verano sea más fuerte y prolongado de lo habitual lo explica José Tena, catedrático en Biología Marina. "Cuando esto se perpetúa en el tiempo, todas estas especies puede que no se reproduzcan", alerta, lo que implica que desaparecen de esta zona del mar.
Aumento en los precios del pescado
Aún quedan ejemplares pero, incluso si los marineros logran pescarlos, se enfrentan a otro problema. Mantenerlo fresco en cubierta con estas temperaturas es muy complicado. "Gastamos hasta el doble o triple de hielo que el resto del año", asegura Chacopino.
La menor oferta unida al aumento de los costes de conservación acaba repercutiendo en el precio. Las subidas ya se notan en el mercado: se encarecen, sobre todo, algunas especies que desaparecen con el calor, como la gamba roja. Un ejemplo más de como el cambio climático hará que se resienta el medio marino y nuestro bolsillo.
