Le operaron con solo 21 días de vida y gracias a la intervención pudo salvarse
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BurgosFernán nació en Burgos tres meses antes de lo esperado, pesó 800 gramos y tenía una malformación crítica en bebés prematuros. Rápidamente, se desplazó un equipo de cirujanos del 12 de octubre de Madrid hasta su ciudad. Gracias a la intervención, hoy su madre puede abrazar al pequeño.
Este bebé sufría un 'ductus arterioso', es decir, "un pequeño vaso que comunica la aorta con la arteria pulmonar", explica la Fundación Española del Corazón. Lo común es que este conducto esté abierto en el feto hasta que nace y se cierra por sí solo. Pero no fue el caso de Fernán.
Una operación de riesgo para un bebé prematuro
Ana mece en sus brazos a Fernán: “Nació el tres de abril, tres meses antes de lo previsto”. El pequeño nació con 800 gramos de peso y una malformación en el corazón. "Es la persistencia del conducto arterioso, ese conducto arterioso es fundamental para los bebés en la vida fetal porque es lo que les permite tener una circulación correcta", explica Cristina de Frutos, neonatóloga.
Tenían que operarle pero al tratarse de un bebé prematuro, no podían llevarlo a la comunidad madrileña. Los médicos se trasladaron y lo operaron con solo 21 días de vida. "Supone un elevado riesgo tanto la movilización del paciente hacia la sala quirúrgica como la cirugía en sí misma", afirma la neonatóloga.
Dos cirujanos del Hospital 12 de octubre se trasladaron a este Hospital de Burgos para la intervención con el objetivo de que el pequeño sufriera el menor riesgo posible. “En principio nosotros pues superasustados porque al final no deja de ser el corazón", confiesa su madre. Una operación de riesgo y que además por poco se complica. "Coincidió justo que fue el día del apagón", recuerda. Ahora, un mes después, su familia ya puede respirar tranquila.


