La terapia con perros reduce el estrés, crea un entorno seguro y ofrece apoyo a los pacientes de salud mental
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A CoruñaSegún el dicho popular, los perros son el mejor amigo del hombre y en el Hospital Marítimo de Oza, en A Coruña, lo demuestran semanalmente. Desde la Fundación María José Jove, los perros de terapia prestan su apoyo a los usuarios con enfermedades mentales en el centro sanitario. Tal y como informa Laura Queijeiro en el video, desde que la Unidad de Psiquiatría empezó las sesiones caninas, los pacientes han manifestado una mejoría notable en su condición.
Uva, Bosco y Pot llegan todas las semanas al Hospital Marítimo de Oza a dar la sesión más esperada. Su misión es ayudar a pacientes con trastornos mentales graves, “puede ser una persona con una esquizofrenia, una persona con trastorno bipolar o una persona con una depresión grave”, según explica la terapeuta Mercedes Seaone.
El objetivo principal de las terapias es trabajar la autonomía e inserción social de los pacientes trabajando las áreas de desarrollo de la persona con el perro como elemento motivador. Hacer actividades con los animales estimula mucho su recuperación: “Son personas muy retraídas y se les ve un perfil más abierto. Crean un ambiente de cierta alegría, optimismo”, comenta María José Ávila, psiquiatra.
Uva, Pot y Bosco ofrecen un apoyo emocional importante a los pacientes
Acariciarlos, jugar con ellos o simplemente sentir la compañía de Uva, Bosco y Pot, les ayuda a reducir el estrés de manera muy significativa: “Estamos viendo que están mejorando sus emociones, está mejorando la participación social, está mejorando la comunicación entre ellos, que aparecen nuevos gustos e intereses”.
El apoyo emocional que ofrecen indirectamente tiene un impacto determinante en pacientes con trastornos mentales: “Te despiertan ternura, se dejan acariciar, te incitan al cuidado y no te miran mal, con mirada crítica”, apunta Rosa Rey, psicóloga del programa.
Los perros de terapia cuentan con un entrenamiento previo y específico
En las sesiones se trabajan actividades de autonomía para el autocuidado o la alimentación, actividades emocionales que trabajan la gestión de sentimientos, ejercicios cognitivos para mejorar la atención y concentración, actividades lúdicas y habilidades sociales. Con los perros, los pacientes consiguen sentirse en un entorno seguro en el que poder realizar estos ejercicios para seguir con sus tratamientos de recuperación.
Cabe recalcar que Uva, Bosco y Pot no son perros cualquiera. Estos pertenecen a la Escuela Canina Candamín y cuentan con un entrenamiento previo y específico para tratar con este tipo de pacientes. Su habilidad para adaptarse a diferentes situaciones y su temperamento dócil se han convertido ya en la salvación de los pacientes de la Unidad de Psiquiatría del Hospital Marítimo de Oza.


