El precio del café, según lo que tardes en tomarlo: la polémica estrategia para liberar mesas
Una cafería de Barcelona cobra sus consumiciones dependiendo del tiempo que permanezcan los clientes en el local
Los precios en la cafería van de los 1'6 euros a los 4 euros en función del tiempo
La estrategia representa una advertencia a los clientes para que no se demoren con consumiciones mínimas
Hartas de que numerosas clientes ocupen mesas con una consumición mínima, algunas cafeterías comienzan a tomar las primeras medidas. Según informa Ana López Pastor, en Barcelona, un local ha deicidio cobrar el café y el té en función del tiempo que el cliente permanezca en el local, una estrategia que ha levantado polémica.
Permanecer horas ocupando una mesa en un establecimiento en mitad de la ciudad ha generado el hartazgo de varios locales. En concreto, en Barcelona ya están cobrando el café más caro dependiendo del tiempo que tarde el consumidor en levantarse de la mesa.
El café puede llegar a alcanzar los cuatro euros si el cliente permanece más de una hora en el local, multiplicando por tres su precio, algo que no ha sentado del todo bien a sus consumidores habituales: “Yo lo veo mal porque si no que no tengan terraza, porque yo ya estoy consumiendo y ellos ya tienen ganancia”.
El precio de la consumición comienza a ascender a los 30 minutos
El local advierte que si se ocupa la mesa más de 30 minutos, el café pasaría a costar 2’5 euros y el té, 3 euros. Como el cliente se exceda más, puede salir a precio de oro. Esto ha extrañado también a parte de su clientela: "Yo soy clienta habitual del establecimiento y nunca he tenido ese problema y me he tomado un café y quizá he estado dos horas, pero eso ya es como persona, si ves que el local se llena, te levantas y te vas".
En temporada alta, cuando las terrazas están más frecuentadas que nunca, muchos entienden la medida: "No me sentaría bien, pero cuento que tienen razones, porque si ocupas una mesa de cuatro sillas siendo una persona, solo con un café, gente con ordenador y todo... es pasarse".
Ocupar una mesa significa en varias ocasiones no permitir a la propia cafetería tener otro servicio, por lo que se espera que más locales sigan el camino del de Barcelona con el fin de que los clientes no se eternicen consumiendo lo mínimo y haciendo que los negocios pierdan dinero y consumidores.
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