Mujeres en una Iglesia donde sólo mandan ellos

Noticias Cuatro entrevista a cuatro teólogas y religiosas que reclaman la igualdad de roles dentro de la Iglesia católica.
Consideran que el Papa Francisco ha abierto una puerta a la esperanza con sus gestos y nombramientos de mujeres pero no ha puesto en marcha la reforma definitiva
“Francisco apostaba por la igualdad, pero no quería tomar decisiones por decreto”, asegura la teóloga Cristina Inogés
“Soy Pepa Torres. Soy lo que popularmente se llama monja y llevo desde los veintidós años viviendo en periferias sociales”. Pepa pertenece a la congregación de las Apostólicas del Sagrado Corazón de Jesús. Viste en vaqueros y vive en el madrileño y mestizo barrio de Lavapiés donde apoya a distintos colectivos desfavorecidos. Pepa es una monja feminista.
“El cristianismo no se opone al feminismo porque el cristianismo es sobre todo una buena noticia. Jesús de Nazaret rompió con normas patriarcales, asegura aunque sabe que el evangelio está lejos de la realidad de una Iglesia donde mandan por encima de todo los hombres. “La Iglesia es el gran bastión del patriarcado aunque tiene muchas realidades diferentes”, reivindica.
Un movimiento para promover la igualdad de oportunidades en la Iglesia
Una de esas realidades es el movimiento para promover la igualdad de oportunidades impulsado por ella y miles de creyentes, laicas y religiosas, bautizado como Revuelta de Mujeres en la Iglesia.
“Mi vida se ha conformado, soy lo que soy, por Jesús de Nazaret y no quiero que me lo robe el patriarcado ni las estructuras obsoletas”, dice Teresa Casillas, miembro del Consejo de Mujeres Católicas. A su lado, Eva Martínez, otra miembro de la Revuelta, reivindica que el cambio sólo puede venir desde abajo “No espero que la jerarquía nos regale nada”, dice.
Quieren una iglesia donde la teología tenga también una mirada y un rostro femenino y quieren también que no se les siga negando uno de los siete sacramentos: el sacerdocio.
El Papa Francisco no ha propiciado un impulso definitivo para el rol de la mujer en la institución aunque sí ha dado pasos esenciales con los nombramientos de mujeres para cargos de responsabilidad que hasta ahora les estaban vetados. También ha otorgado, por primera vez, el voto a religiosas y laicas en los Sínodos, los foros de diálogo que permiten impulsar reformas.
Cristina Inogés es la teóloga española que Francisco eligió para estrenar el voto femenino en el Sínodo de la sinodalidad, la gran asamblea que durante dos años, debatió sobre el futuro de la Iglesia. Asegura que el Pontífice quería ir más lejos pero se encontró con una fuerte resistencia dentro de la curia. “El Papa podría haber tomado decisiones por decreto, pero no habría sido coherente con su idea de lo que debía ser la Iglesia”, explica.
Cristina, al igual que Pepa Torres, están convencidas de que el sacerdocio femenino queda aún muy lejos. “La resistencia no está solo en la jerarquía, también en las comunidades, también entre las mujeres”, dice Torres.