La peligrosa caminata al hospital de los vecinos de Cazorla tras el cierre del centro de salud: "Tardé dos horas”
Las personas que no tienen coche deben de recorrer 2,5 kilómetros andando para llegar al hospital
La Junta de Andalucía asegura que estudiará la viabilidad de los espacios propuestos por el ayuntamiento
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El cierre del centro de salud de Cazorla, Jaén, deja en situación de desamparo a sus vecinos. Según informa Marta de la Chica y Laura Sánchez, las personas que no tienen coche deben de recorrer 2,5 kilómetros andando para llegar al hospital comarcal. Una situación insoportable para todos los habitantes que piden el funcionamiento de la Atención Primaria.
La Junta de Andalucía asegura que en los próximos días estudiará la viabilidad de los espacios propuestos por el Ayuntamiento de Cazorla para albergar el centro de salud como alternativa para el hospital. Los vecinos denuncian la lejanía del centro y la falta de transporte, ya que deben andar por la carretera A-319.
“Tuve que venir andando y tardé dos horas en venir”, confiesa Anselmo Sánchez
Los vecinos de Cazorla tienen que realizar una peligrosa caminata para llegar al hospital. “Tuve que venir andando y tardé dos horas en venir”, confiesa Anselmo Sánchez, un hombre de 81 años con asma. Hace unos días, la Junta de Andalucía lo cerró por malas condiciones y fue trasladado desde el casco urbano al hospital más cercano.
Primero, se manifestaron por las calles de Cazorla y ahora se han resignado a andar en estas condiciones para denunciarlo. Son dos kilómetros y medio de peligro por la carretera que no tiene arcén. “Tener vehículo parece que es condición indispensable para poder ser atendido por la Atención Primaria”, lamenta el alcalde José Luis Olivares.
“Soy madre de un niño con discapacidad y tiene que ir constantemente al centro de salud”, resalta María
Es un pueblo de 7.000 habitantes con personas mayores, como Manoli, que se ven directamente afectados. “Si me tengo que sentar, tengo que hacerlo donde sea. Ya sea en medio de la carretera o donde pille”, reconoce esta mujer de 64 años. Lo mismo le ocurre a María, quien se tiene que jugar la vida para que su hijo sea atendido: “Soy madre de un niño con discapacidad y tiene que ir constantemente al centro de salud”.
En apenas una semana, han conseguido casi 4.000 firmas. “Necesita una reparación que sea factible”, explica David Gómez, encargado de recogida de firmas. Mientras, la Junta estudia habilitar un espacio del ayuntamiento como alternativa al hospital.
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