Durante los meses de invierno, algo bastante común es encontrar los cristales del coche cubiertos de una capa de hielo. Esto puede llegar a convertirse en un quebradero de cabeza, ya que, no solo afecta al cristal sino que podemos tener problemas para arrancar el coche.

En este caso, para retirar el hielo del cristal, se puede utilizar diferentes herramientas: tarjetas de crédito, rasquetas o incluso, agua caliente. Estas soluciones pueden resultar incluso contraproducentes y dañar el cristal. Por suerte, existe una solución sencilla, económica y muy efectiva para poder deshacer el hielo del parabrisas en segundos.

El hielo en los cristales del coche se forma por un fenómeno conocido como condensación y congelación del agua en la superficie del vidrio. Esto suele ocurrir cuando la temperatura exterior desciende por debajo del punto de congelación, 0ºC, y sumado a la humedad presente en el aire entra en contacto con los cristales fríos del coche.

Este proceso ocurre durante la noche o en climas muy fríos, ya que el coche pierde calor más rápido que el aire que lo rodea. Los cristales, al estar mucho más expuestos, se enfrían más rápidamente por la radiación térmica. Cuando el vidrio del coche está más frío que la temperatura del punto de rocío del aire, el vapor de agua se condensa en la superficie del cristal y forma una fina capa de agua.

Si la temperatura sigue bajando y llega a superar los 0ºC, la fina capa de agua condensada se congela, y se forma la capa de hielo en el parabrisas y cristales del coche.

Esta solución casera, que es muy sencilla y económica, para quitar en segundos este hielo de los cristales es una mezcla de agua y alcohol. Para preparar este spray solo se necesita un bote con pulverizador de al menos un litro, agua y alcohol de limpieza o alcohol isopropílico.

Las cantidades de esta mezcla son tres cuartas partes de agua, y una parte de alcohol. Esta combinación con estas proporciones aseguran un equilibrio adecuado entre ambos componentes para crear una mezcla segura y eficaz. Ya que, una cantidad más elevada de alcohol puede dañar el cristal o las gomas del coche.

Cuando esté preparada la mezcla, solo hay que rociar la mezcla con el pulverizador sobre la superficie. Se empezará a notar que el hielo comienza a derretirse casi al instante. Y en pocos segundos, se podrá retirar los restos de hielo con facilidad utilizando una rasqueta suave o un paño.

Lo que sucede es que el alcohol actúa como anticongelante al reducir el punto de congelación del agua, y hace que el hielo se pueda derretir más rápidamente incluso en condiciones de mucho frío. También, tiene la ventaja de que el alcohol se puede evaporar con mucha rapidez, dejando la superficie sin restos y limpia.

Esta mezcla es mucho más segura y beneficiosa que otros métodos para descongelar el cristal. Además, es económica, ya que, el agua y el alcohol son fáciles de conseguir y baratos. Por otro lado, la preparación y aplicación son sencillos. Comparándolo con otras mezclas comerciales, esta mezcla no contiene productos químicos agresivos que puedan dañar las gomas o la pintura del coche. De hecho, es bastante segura y respetuosa para el vehículo.

Se puede usar un parasol o una manta protectora sobre el parabrisas del coche para evitar que durante la noche, el cristal se congele. También se puede prevenir utilizando esta mezcla, o con agua y vinagre, antes de que bajen las temperaturas para evitar que el hielo se adhiera al cristal.

También, es aconsejable que se mantengan los cristales del coche limpios, ya que el polvo y los residuos que puedan contener pueden favorecer la formación de hielo. Usar limpiaparabrisas de calidad con líquido anticongelante es una buena solución para complementar con esta mezcla casera.

Por otro lado, otra recomendación es encender el coche y poner la calefacción para que el hielo se pueda derretir gradualmente. Pero, lo más recomendable es aparcar en garaje o bajo techo, siempre que sea posible.

Si el parabrisas del coche está congelado, cuando se trate de quitar el hielo, es muy importante evitar ciertos errores que pueden dañar los cristales. El principal error que se suele cometer es verter agua caliente al cristal. Esto puede parecer la solución más eficaz, pero un cambio de temperatura tan brusco puede dañar el cristal y provocar que salgan grietas o que reviente.

Tampoco es buena idea utilizar objetos duros como cuchillos o espátulas metálicas. Aunque parezcan herramientas adecuadas para raspar el hielo, pueden rayar la superficie y dañar el recubrimiento protector del cristal. Siempre es mucho más recomendable utilizar herramientas específicas para eso o esta solución casera que es inocua para el cristal.