Las enfermedades neurológicas representan la primera causa de discapacidad en el mundo. Las cifras de pacientes están aumentando considerablemente en los últimos años, alarmando a toda la comunidad sanitaria. Según informan P. Pereda y J. Llopis en el video, los casos de Parkinson se triplicarán en apenas 25 años, una cifra que tendrá que ser abordada con distintas terapias y tratamientos como el nuevo gorro de estimulación cerebral. 

El aumento exponencial de los diagnósticos de Parkinson en los últimos 30 años preocupa. Se prevé que para 2050, 25 millones de personas sufran la enfermedad. Gracias a los avances científicos y el desarrollo de nuevos tratamientos, la tendencia al alza podrá ser revertida fácilmente. Uno de los tratamientos más efectivos e innovadores consiste en un simple gorro con estimulación cerebral. 

Esta terapia ya está siendo utilizada por miles de pacientes como Olegario Jover, para quien era impensable caminar y conducir antes de someterse al tratamiento: “Tenía muchos problemas para subir al coche por la movilidad en las piernas, sobre todo en la derecha”. El gorro tiene como función modificar el funcionamiento eléctrico del cerebro a través de una estimulación no invasiva: “No tiene dolor, no necesita una anestesia, no necesita una sedación”, indica Francisco Miras, el neurólogo que ha impulsado el proyecto. 

El mecanismo del gorro es muy sencillo. Este tiene ciertas partes señaladas y según la parte de su cuerpo que el paciente quiera estimular, deberá colocar el electrodo en la zona del gorro indicada: “La gracia está en el gorro. Si queremos estimular la pierna, sabemos que tenemos que colocar el electrodo por aquí”. La corriente que se emite va “hacia el cerebro” y el paciente “solo percibe un calorcillo”. 

En colaboración con la Universidad de Harvard, ya se han realizado un total de 3.000 sesiones. Estas pueden durar desde los 40 segundos hasta más de media hora, dependiendo de la patología. Además de su efectividad y corta duración, es uno de los tratamientos más cómodos. Tras varias sesiones en el hospital, el paciente puede realizárselo en su propio domicilio con el material que le suministren. 

Los resultados que ha dado la terapia son esperanzadores: “Más del 50% va a tener una mejoría mayor al 50% del problema original”. Los pacientes se muestran incrédulos ante tal mejoría: “La gente no se cree que tengo Parkinson, así de claro”. Sin embargo, los enfermos de Parkinson no van a ser los únicos que se puedan beneficiar del gorro de estimulación cerebral. 

Según han explicado los neurólogos, pacientes con otro tipo de patologías neurodegenerativas también podrán someterse al tratamiento con los mismos resultados: “La depresión cuando los fármacos no son eficaces. Tenemos muy buenos resultados en demencia, en la fatiga, en la esclerosis múltiple”, una noticia que ha llenado de esperanza a miles de personas enfermas.  

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