'Adiós' a las estufas de gas en las terrazas en Barcelona: se prohibirán desde 2025

'Adiós' a las estufas de gas en las terrazas en Barcelona por la elevada contaminación
Las estufas de gas, prohibidas en Barcelona desde 2025Imagen A. Ariño y B. Van Erps
  • Las estufas de combustión de gas ya no se usarán en Barcelona por su elevada contaminación

  • Cuatro estufas de combustión de gas contamina como un coche recorriendo 350 kilómetros

  • La instalación de estufas de gas estará sujeto a una posible sanción

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Las estufas de gas en las terrazas tienen los días contados en Barcelona desde el uno de enero de 2025 por su elevada contaminación. Según informa Adam Salvia y Hugo Domínguez, estar sentados en las terrazas sin pasar frío ya no será posible en la ciudad.

“Ponen una en medio y espabilaros a coger el mejor sitio”, critica una mujer. Las estufas de combustión de gas ya no se usarán en Barcelona por su elevada contaminación. “Ya que tratamos de ser más ecológicos y queremos proteger el planeta, esto es una medida positiva”, asegura un hombre.

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Las estufas eléctricas -con un límite de potencia de 150 W/m2- se podrán usar del uno de noviembre al 30 de abril. Según un estudio, una terraza con cuatro estufas de combustión de gas -funcionando todo el día- contaminan tanto como un coche recorriendo 350 kilómetros.

Las estufas de combustión se prohibirán en Barcelona en 2025

En el centro de Barcelona, la temperatura ahora es de 11 grados por la tarde. Muchos acuden a los bares para disfrutar del día, aunque prefieren hacerlo en la terraza. A partir del uno de enero, de acuerdo con la ordenanza de terrazas aprobada en 2018 que fijaba eliminar estos dispositivos por sus emisiones de CO2. La instalación de estufas de gas estará sujeto a una posible sanción: los negocios han llegado a pagar entre 100 a 600 euros cada una.

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“Tenemos que eliminar la combustión. De hecho, ya veremos como todas las combustiones se van a eliminar de nuestra vida, incluso la combustión de la chimenea de leña”, señala Xavier Giménez, profesor de Química Ambiental en la Universidad de Alicante. El posible reemplazo serán las estufas eléctricas o las infrarrojas, que tienen un coste similar al de gas. Barcelona es la segunda ciudad que lo implementa después de Madrid, donde la Justicia tumbó la prohibición antes de que entrase en vigor.

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