Noticias Cuatro ha tenido acceso a las declaraciones de los guardias civiles que sobrevivieron al embiste de una narcolancha en Barbate. Dos de sus compañeros -que se negaban a salir al mar- murieron. Las asociaciones piden ahora que se interrogue en calidad de investigados a los mandos que les dieron órdenes de echarse al mar. “El coronel dijo que no nos iba a pasar y que los GAR los iba a matar”, señaló uno de los agentes que estuvo en la lancha el pasado nueve de febrero.

No es la primera vez que denuncian cómo sus mandos les mandaron al agua sin tener en cuenta el peligro que corrían sus vidas. La primera vez fue cuando les tomaron declaración en la causa por sus dos compañeros asesinados. Ahora, han podido aportar más detalles en esta nueva investigación que se centra en sus mandos. La Fiscalía ha pedido el archivo de esta investigación sin hacer ni una sola diligencia.

"Le dice 'Julio, el hidrojet ese, bueno un hidrodeslizador que tenemos nosotros, llévatelo porque puede venir bien para que el GAR lo utilice y así desenrolle unas redes'. Unas redes que decían que iban a cerrar el puerto. Yo lo recuerdo perfectamente porque me reí en ese momento. Me pareció una cosa tan absurda que dije ‘¿Qué película es esta?’”, afirma el guardia civil.

El nueve de febrero de 2024, dos agentes de la Guardia Civil -de los seis que había esa noche- fueron asesinados tras ser arrollados por una narcolancha en Barbate. Uno de los supervivientes ha relatado que eran conscientes del riesgo, frente al temporal y la falta de medios: “Como a esa gente le dé por moverse, nos van a pasar por encima. Esto es lo que hay. Y el coronel dijo ‘No, eso no va a pasar, créeme. Los GAR los mata’”. Ellos siguieron las órdenes del coronel de la comandancia de Cádiz. “La única esperanza que nos quedaba era que ellos cometieran algún fallo que nos pudiera permitir a nosotros aprovecharlo para finalizar nuestro cometido”, ha relatado.

Sus mandos les pidieron que fueran en mitad de la noche, por el agua y a cuerpo descubierto con un deslizador para colocar a escondidas una red para frenar las narcolanchas. Ni el GAR ni el GEAS son unidades tácticas de asalto anfibio. No hacen este tipo de operaciones ni tienen formación para ello. Llama la atención que, quien tiene que mandarlos, desconozca este dato y ordene a sus agentes sin tener ninguna especialización para realizar una operación de película. Ahora, los familiares tienen que pelear contra el sistema -que los agentes fallecidos defendían- porque se sienten desamparados tras conocer que la Fiscalía quiere archivar la causa.

El sargento del Grupo de Actividades Subacuáticas submarinista, que pilotaba la embarcación en la que viajaban los seis guardias civiles, reconoce que tuvieron que hacer frente a los delincuentes ante el temporal sin los medios adecuados. “Vamos a intentar que se vayan, a espantarlos y que se vayan a tomar porculo”, señala uno de los supervivientes ante la jueza.

La Asociación Profesional Guardia Civil (Jucil) exige ahora que se investiga cómo fue el operativo. “Aquí qué prevención de riesgos ha habido si los mandaron a la boca del lobo con unos medios que ni se podrían llamar así y con un riesgo extremo”, ha añadido Marco Antonio Navarro, abogado de Jucil. Piden que citen a declarar en calidad de investigados al coronel y al general de la zona para determinar sus responsabilidades penales ya que podrían ser acusados de dos delitos de homicidio imprudente.

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