El fútbol deja de ser el deporte rey en los recreos: los colegios apuestan por patios que diversifiquen actividades

  • Los nuevos patios que se construyen buscan satisfacer los intereses y necesidades de todos los alumnos

  • Los patios activos: donde el profesor de educación física se dedica a entretener a los alumnos haciendo retos

  • Los niños prolongan lo que ven en los patios del colegio y adoptan roles estereotipados

Si nos fijamos en cualquier recreo de cualquier colegio, lo más normal es verlo ocupado por niños jugando al fútbol por casi todo el espacio disponible y los demás repartidos en los huecos que quedan libres. Hay varios colegios que han decidido acabar con esta situación. Una alumna afirma que cuando jugaban al fútbol nunca se la pasaban, pero que ahora ha cambiado y tiene que pasársela a todos porque si no prohíben el fútbol.

Noelia Barril, directora del CEIP San Juan Bautista, comenta que hace seis años todo el patio era un enorme campo de fútbol y todos los niños que no querían jugar terminaban a los lados del campo. Añade que decidieron hacer un patio distinto a los demás, en el que se pudiera satisfacer los intereses y necesidades de todos los alumnos. Otros alumnos dicen que ahora pueden jugar al baloncesto y con los aros.

Actualmente cuentan con una zona de desayuno y otra de juegos, además de que este año han añadido lo que se conoce como patios activos, donde el profesor de educación física se dedica a entretener a los alumnos haciendo retos. Ahora solo pueden jugar al fútbol ciertos días de la semana. Carmen García, una profesora del centro, cuenta que al tener más opciones que hacer en el recreo, los niños están más motivados a la hora de volver a clase.

Las preferencias de los niños: más sombras y asientos además de otros deportes

Se les preguntó a alumnos de varios centros qué es lo querían transformar de la hora del recreo y la mayoría coincidieron en propuestas como tener más sombra, mesas o bancos en los que poder sentarse y juegos o materiales para otros deportes.

Daniel Martos, profesor de la Universidad de Valencia, estuvo investigando acerca de estas experiencias y comentó que el patio es una especie de laboratorio, un espacio de libertad dentro del horario escolar con ambientes en los que todo está regulado. En este espacio de libertad el alumno prolonga lo que ve, sobre todo en secundaria. Esto se traduce en que muchas chicas adquieren un rol de acompañantes, que suelen preferir quedarse en un rincón mirando a los chicos jugar sin ser las protagonistas.