Alerta por el aumento de incendios en plantas de reciclaje: ¿qué hay detrás de estos delitos medioambientales?

En los últimos años, la Guardia Civil ha detectado un aumento notable de fuegos, aparentemente intencionados, en plantas de reciclaje, arde una cada cuatro días. Estos incendios suponen un grave delito medioambiental y un riesgo importante para los seres humanos por la toxicidad del humo que provocan. La Guardia Civil cree que son intencionados y lo está investigando porque en cada uno de estos fuegos hay beneficios millonarios. ¿Qué hay detrás de este incremento de estos incendios?

Según los datos, en España arde una planta de reciclaje cada cuatro días , una cifra que va en aumento desde 2018. Fernando Follos, experto en gestión de residuos, lleva contabilizando este tipo de incendios desde 2015 y ha comprado que “hay un incremento paulatino”. En 2023 se ha batido el récord con 109 incendios en total.

Desde la Guardia Civil explican que los incendios han aumentado porque hay que darle salida a estos residuos y “no hemos desarrollado una industria eficiente para gestionarlo, por tanto, hay que hacer algo con él y se le prende fuego”.

En 2019 ardió durante días una planta de reciclaje de neumáticos en Seseña. La población tuvo que ser confinada debido al humo tóxico que se provocó. Este incendio produjo una contaminación superior a la que genera la ciudad de Madrid durante todo un año.

La delincuencia medioambiental, la actividad delictiva más lucrativa

“Interpol ha establecido que el cuarto tipo de actividad delictiva más lucrativa, justo por detrás de las falsificaciones, es la delincuencia ambiental”, explica el teniente de la Guardia Civil UCOMA, Héctor Sánchez.

Desde 2018 el SEPRONA investiga cualquier fuego en una planta de reciclaje ante la sospecha de que pueda ser provocado. Algunos de estos incendios pueden llegar a dejar beneficios millonarios ya que reciclar los residuos conlleva unos gastos que se pueden ahorrar si, simplemente, se queman.

Quienes cometen estos delitos se enfrentan a una condena de hasta seis años de cárcel.