HRW apunta a la coalición como responsable del bombardeo contra un funeral en Saná

El bombardeo, que causó al menos 140 muertos y más de 500 heridos, afectó el local donde se celebraba el funeral por el padre del ministro del Interior del autoproclamado gobierno yemení instaurado tras la toma de Saná por las milicias huthis.

Las autoridades de Arabia Saudí habrían aceptado en privado que el bombardeo fue llevado a cabo por uno de sus aviones, según ha informado la cadena de televisión británica BBC, si bien oficialmente ha dicho no estar detrás del mismo.

Sin embargo, la directora de HRW para Oriente Próximo y Norte de África, Sarah Leah Whitson, ha dicho que "tras bombadear escuelas, mercados, hospitales, bodas y casas durante 19 meses, la coalición que encabeza Arabia Saudí ha incluido un funeral a su creciente lista de abusos".

"Es necesaria una investigación internacional independiente sobre esta atrocidad, ya que la coalición no ha mostrado voluntad de cumplir con sus obligaciones legales de investigar de forma creíble", ha agregado.

Asimismo; HRW ha reclamado a Estados Unidos, Reino Unido y otros aliados de Arabia Saudí que pongan fin a su venta de armas al país, al tiempo que ha pedido a Riad que permita los vuelos comerciales a Saná, suspendidos en agosto.

La ONG ha entrevistado a catorce testigos del ataque y a dos hombres que participaron en las tareas de rescate y ha analizado vídeos y fotografías del lugar del ataque y de los proyectiles utilizados en los mismos.

"Cuando llegué allí había más de 50 cuerpos calcinados. En algunos podías distinguir los rasgos, aunque medio cuerpo había volado, o lamitad de su cabeza no estaba ahí. Sin embargo, en otros casos era muy difícil decir quiénes eran", ha relatado uno de ellos.

La organización ha dicho además haber identificado la munición utilizada como una bomba guiada por láser de 227 kilogramos, concretamente una 'GBU-12 Paveway II' de fabricación estadounidense.

"Estados Unidos, Reino Unido y otros aliados de la coalición envían el mensaje equivocado a Arabia Saudí de que no quieren saber nada de estos crímenes. No se puede pedir a los civiles yemeníes que toleren esta locura ni un minuto más", ha remachado Whitson.

Yemen se encuentra sumido desde hace 19 meses en una cruenta guerra civil que enfrenta a las milicias insurgentes huthis y al Gobierno oficial apoyado por Arabia Saudí, que controla el sur del país. El caos generado ha propiciado el auge de los grupos yihadistas.