Tragedia en Lisboa: todo apunta a un mantenimiento deficiente y a la rotura del cable que controla el funicular

El funicular accidentado suele ir siempre atestado de gente, lo que podría implicar un exceso de aforo en ocasiones
Duro golpe al turismo y la historia de Lisboa tras el accidente del funicular de Gloria tras 140 años de servicio
Lisboa está de luto tras el fatal accidente ocurrido en uno de sus funiculares, que se precipitó cuesta abajo, descarriló en una curva y se estrelló contra un edificio, causando al menos 16 víctimas mortales y una veintena de heridos, entre ellos cinco "en estado crítico". El siniestro ocurrió minutos después de las 6 de la tarde de este miércoles y ha conmocionado a la ciudad y a los numerosos turistas presentes en el lugar. Informa Esperanza Calvo.
Las autoridades portuguesas han abierto una investigación para esclarecer las causas del accidente. Según los primeros indicios, la rotura del cable eléctrico que controla el funicular fue el origen del desastre. Sin embargo, también se investiga por qué el sistema de frenos no funcionó para detener la caída del tren.
Exceso de viajeros
Los trabajadores del funicular, cuyo servicio fue externalizado hace años, habían denunciado previamente el mal estado del cable eléctrico, señalando una posible falta de mantenimiento adecuado. Por su parte, la empresa municipal responsable asegura que todos los mantenimientos e inspecciones del funicular están en regla.
El funicular accidentado, similar a un tranvía, suele ir siempre atestado de gente, lo que podría implicar un exceso de aforo en ocasiones. Testigos presenciales relatan el enorme estruendo causado por el impacto y el caos posterior, cuando intentaron ayudar a las víctimas atrapadas entre los hierros retorcidos del vagón destrozado.
Vecinos y turistas expresan su conmoción y tristeza. José, un residente, considera que la tragedia podría haberse evitado con un mejor mantenimiento y señala la rotura del cable como causa principal. Los servicios de emergencia trabajaron toda la noche para recuperar cuerpos y asistir a los heridos, mientras la ciudad permanece consternada por la magnitud del accidente.

