El modelo Meloni contra la inmigración irregular ya es una realidad. Según informa Marina García en el vídeo, este miércoles han llegado a Albania los primeros 16 solicitantes de asilo deportados fuera de la unión europea. Italia pone en marcha un plan de externalización que Bruselas quiere estudiar y que este jueves analizará con los 27 países miembro. Desde Albania recuerdan que este acuerdo es solo con Italia. Además, no todos los albaneses ven con buenos ojos estos centros para migrantes.

Ya han desembarcado en Albania los primeros 16 inmigrantes deportado por Italia. Se trata de 16 hombres rescatados este mismo lunes en el Mediterráneo y se convierten en los primeros inquilinos del nuevo centro de internamiento.

Los migrantes, procedentes de Bangladesh y Egipto, han llegado en un buque de la marina italiana al puerto de Shëngjin, una localidad turística en el territorio albanés y han sido trasladados hasta el centro de identificación.

Ahora el procedimiento prevé que se les realicen las primeras pruebas médicas y que en unas horas sean trasladados al campo de internamiento de Gjadër, a unos 20 kilómetros del puerto, bajo jurisdicción italiaa. Los migrantes no podrán entrar ni salir del recinto a la espera de uqe se tramite su petición de asilo. Un juez, desde Roma, tendrá 48 horas para decidir si se aceptan o si tendrán que ser repatriados en el próximo mes.

Estos son los primeros migrantes afectados por el plan de Giorgia Meloni y fueron rescatados en el Mediterráneo hace tres días, cuando intentaban llegar a la costa italiana tras zarpar desde Libia.

El plan estrella de Meloni, muy criticado por la oposición italiana y por agencias humanitarias, parece gustar a la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula Von der Leyen, propone a los líderes europeos explorar esa vía: crear centros de deportación de migrantes fuera de la Unión Europea. Un controvertido giro en la política migratoria que estará sobre la mesa en el Consejo Europeo.

Albania insiste que el acuerdo de acogida es sólo con Italia, y que ya le ha dicho que no a otros Estados. El primer ministro albanés, Edi Rama, ha reconocido que espera que el polémico pacto con Italia ayude a su país a impulsar su adhesión a la Unión Europea, pero no todos los albaneses ven con buenos ojos estos centros para migrantes.

En la zona cero del plan de externalización de la gestión de migratoria de Giorgia Meloni se puede ver un país dividido en dos. Hay quien cree que la atención mediática e institucional sobre Albania podría acercar al país extracomunitario a la Unión Europea. “El fenómeno migratorio es una cosa que implica a toda la Unión Europea, ahora participamos también nosotros, es un gran puente que ahora nos une a la unión”, dice uno de los albaneses consultados.  

Shëngjin es una pequeña localidad de costa en la frontera norte de Albania, vacía en invierno pero llena en verano de turistas que buscan sus playas. Los vecinos reaccionan con incertidumbre ante lo que puede traer el centro de identificación que ha colocado dentro de su puerto.

Entre sus grandes hoteles, ahora vacíos, los vecinos miran al puerto con curiosidad ante la estructura de cemento que servirá para la primera identificación de los inmigrantes. Un proyecto que algunos vecinos denuncian preocupados por su opacidad, “nuestro gobierno no es transparente”.

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