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En Francia quieren devolver la autoridad a sus profesores, ya lo había anunciado el presidente Emmanuel Macron y el 18 de abril lo confirmó con detalles Gabriel Attal su primer ministro. Según informa Laia Forès en Noticias Cuatro, el objetivo es frenar la espiral de violencia en las clases. Entre las medidas que plantea el Gobierno están dar mayor autoridad a los profesores y responsabilizar a los padres de los actos de sus hijos.
El Gobierno propone que los padres puedan ser condenados a realizar trabajos sociales si sus hijos cometen algún delito o alguna falta. También proponen mandar a internados a los estudiantes que sean conflictivos, según dice el Gobierno, “para evitar que sean delincuentes”. Además, van a ampliar la escolarización obligatoria a todos los días de la semana, de 08:00 a 18:00, empezando por los barrios más conflictivos.
Otras medidas que plantean están más centradas en el respeto en las aulas. Gabriel Attal propone que los niños de primaria se levanten cada vez que entra un profesor en el aula, algo que ya es habitual en muchos colegios de Francia. También presentarán a final del mes de abril una serie de medidas para regular la dependencia de los menores a las pantallas.
Emmanuel Macron ya advirtió a principios del mes de abril que sería “implacable” ante la oleada de violencia escolar que se está viviendo en Francia. La primera semana de este mes hubo dos brutales agresiones hacia adolescentes, una ocurrió en Montpellier (heridas graves) y la otra a las afueras de París que provocó la muerte del menor de 15 años.
Tras estos hechos, Emmanuel Macron declaró: “Los centros educativos deben seguir siendo un santuario frente a la violencia desinhibida de los adolescentes. Añadió que los agresores son cada vez más jóvenes y enumeró algunas posibles causas de esta situación como la precariedad familiar, sobre todo en las familias de madres solteras.
En Francia están planteándose desarrollar un sistema de prealerta para que cuando se identifique a un joven que comience a tener comportamientos violentos, se proponga a sus familias un cambio de escuela o la entrada a un internado. La indignación por esta situación es unánime en la política francesa.
El 2 de abril tuvo lugar la agresión de Montpellier, cuando Samara de 14 años fue brutalmente agredida por al menos otros tres menores, lo que le provocó una entrada en coma, de la cual pudo salir días después. La madre de la víctima asegura que fue atacada por “vestirse a la manera europea”, es decir, sin túnicas o velos que son frecuentes en mujeres musulmanas.
El 4 de abril ocurrió la otra agresión en la periferia sur de París (Viry-Châtillon), en la que Shamseddine de 14 años fue brutalmente golpeado. El menor estuvo hospitalizado en estado crítico, pero terminó muriendo al día siguiente.