Puigdemont avisa en el Washintong Post que Catalunya votará "guste o no" a España

"Lo siento, España. Catalunya votará sobre la independencia le guste o no", titula Puigdemont el artículo, en el que explica el resultado de las últimas elecciones catalanas y asegura que no se puede negar la legitimidad democrática del Govern.

"Por esta razón, después de hacer muchos esfuerzos sin éxito para acordar los términos del referéndum con el presidente de España, Mariano Rajoy, inicié el referéndum", señala Puigdemont, que contrasta la posición del Gobierno español con los de países como Canadá y Reino Unido.

"Madrid ha rechazado aceptar este reto democrático y ha optado por el camino de la represión autoritaria", lamenta, y reprocha que las fuerzas de seguridad españolas están confiscando papeletas y urnas, arrancando pancartas de las paredes e intimidando ciudadanos.

Asimismo, Puigdemont acusa al Gobierno del PP de ser irresponsable por perseguir el referéndum en un momento de alerta por el terrorismo yihadista: "En vez de trabajar para prevenir posibles ataques, las fuerzas policiales españolas están trabajando para prevenir el ejercicio de la democracia. Esto es profundamente irresponsable".

El presidente catalán también alerta de que el Gobierno español ha "violado gravemente" la libertad de expresión e información por haber prohibido a los medios emitir los anuncios sobre el referéndum y por haber bloqueado las páginas web del Govern con información sobre la votación.

"Este estado de asedio 'de facto' al que España ha sometido Catalunya anula la autonomía concedida en 1979", añade, y explica que el Ejecutivo central ha controlado las finanzas de la Generalitat, poniendo en peligro la economía catalana, que subraya que es el motor de la economía española.

"Cuatro décadas después de la muerte del dictador Francisco Franco, todavía vemos que los instintos autoritarios gobiernan el corazón del Gobierno de Madrid", alerta Puigdemont, que insiste en que el compromiso del Govern con el derecho a la autodeterminación permanece inalterable pese a la represión del Estado.