El BCE pondrá especial atención a los traslados por el 'Brexit' para evitar la creación de "cáscaras vacías"

Entre sus prioridades para el próximo ejercicio, el BCE seguirá examinando los planes de reubicación de actividades de las entidades desde el Reino Unido a la zona del euro, incluidas las solicitudes para la concesión de autorización bancaria.

"Se prestará especial atención al cumplimiento de las orientaciones de política acordadas, sobre todo para evitar que se creen empresas sin contenido real (cáscaras vacías) en países del MUS", advierte la entidad.

Asimismo, el BCE reconoce que la salida del Reino Unido de la UE también tendrá repercusiones para varias entidades de crédito significativas cuya sede social está en la zona del euro.

De este modo, la institución señala que equipos conjuntos de supervisión seguirán manteniendo un diálogo activo con las entidades significativas afectadas por el Brexit, y realizarán un estrecho seguimiento del diseño y la implantación de planes de contingencia por las entidades.

PRUEBAS DE RESISTENCIA.

Por otro lado, el BCE apunta entre otras dimensiones de riesgo a tener en cuenta durante 2018 en el marco de su actividad supervisora la realización de pruebas de resistencia a las entidades significativas del bloque.

La institución señala que se desarrollarán "dos ejercicios complementarios", incluyendo una muestra de entidades significativas de gran tamaño que será examinada en el contexto de la prueba de resistencia a escala de la UE coordinada por la Autoridad Bancaria Europea (EBA), mientras que el BCE llevará a cabo una prueba de resistencia adicional para el resto de entidades significativas que no participen en ella.

Estos ejercicios de resistencia se tendrán en cuenta en el marco del proceso de evaluación y revisión supervisora (SREP por sus siglas en inglés), reforzarán las capacidades para la realización de pruebas de resistencia y la gestión de riesgos de las entidades, y aportarán unaevaluación cuantitativa de su perfil de riesgo en varias categorías de riesgo.

PRIORIDADES PARA 2018.

De este modo, el BCE establece cuatro áreas prioritarias en materia de supervisión bancaria, señalando en primer lugar el análisis de los modelos de negocio y los determinantes de rentabilidad de los bancos europeos, así como el riesgo de crédito, la gestión de riesgos y otras actividades que abarcan dimensiones de riesgo múltiples.

En este sentido, el BCE apunta que varias entidades aún presentan volúmenes de préstamos dudosos (NPL) elevados, una situación que puede afectar negativamente a la concesión de crédito bancario a la economía.

"Unos niveles altos de NPL afectan al capital y a la financiación, reducen la rentabilidad y, en consecuencia, inhiben la oferta de crédito a hogares y empresas", señala la entidad, subrayando que la gestión de los volúmenes de préstamos dudosos "es, pues, importante, tanto para la viabilidad de las entidades como para la evolución macroeconómica".