El efecto dominó de la caída de Amazon demuestra la fragilidad de la economía digital

El efecto dominó de la caída de Amazon demuestra la vulnerabilidad del sistema
El efecto dominó de la caída de Amazon. Cuatro
  • La caída de Amazon y su efecto dominó demuestra la vulnerabilidad del sistema

  • La poca costumbre de usar efectivo hoy y nuestra vida permanente digital provoca que un error conlleve trastornos cotidianos.

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A lo mejor lo han vivido en primera persona: una caída en los servidores de Amazon hoy ha sacudido a cientos de empresas y a millones de usuarios en el mundo. Hablamos de una de las tres compañías que controlan los servicios de la nube digital. Solo Amazon controla el 30% de todo ese mercado y eso se traduce en que una caída en sus servidores afecta una porción enorme de la economía digital: desde pagos bancarios a almacenamientos de datos... pero hay más.

Tan vulnerables somos a la tecnología que si se apaga uno de los gigantes de la web, muchas de las plataformas se apagan con él. Esta es la cronología de un efecto dominó que ha vuelto a demostrar nuestra vulnerabilidad cotidiana.

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Nueve de la mañana y Amazon Web Services empieza a dar fallos, poco después miles de aplicaciones y páginas web afectadas. Entre ellos, plataformas tan populares como Snapchat, Duolingo, Canva, PrimeVideo, Zoom, Tinder o Fortnite, además del asistente Alexa, que enmudecía por completo. La interrupción de sus servidores ha impactado también, el buscador de inteligencia artificial Perplexity, Clash Royale o Roblox.

La avería en España ha afectado además a entidades financieras, donde se imposibilitaba hacer bizums, sacar dinero en efectivo y pagar en un datáfono. Y la falta de efectivos actual ha provocado que mucha gente no haya podido comprar en sus establecimientos de confianza.

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Y operadoras como Movistar u Orange o webs de compras, registraron incidencias puntuales. El efecto se ha notado en cadena de gimnasios con problemas con la aplicación de reservas. Al intentar reservar sus clases dirigidas les mostraba una pantalla de error y han tenido que depender de favores, igual que otros comercios. Los artículos adquiridos con anterioridad en Amazon y cuya entrega estaba prevista para hoy tampoco han llegado. Los jugadores de muchas plataformas de videojuegos online se han quedado esta mañana sin su partida. "Querían jugar juntos, conectarse y no podían".

El origen del fallo se encuentra en DynamoDB, una base de datos concreta del gigante que gestiona millones de operaciones por segundo. La caída afectó principalmente a los servidores de la costa este de Estados Unidos, pero sus efectos se extendieron rápidamente a nivel global. Amazon aseguraba esta misma mañana que ya se habían aplicado medidas de restaurarlo y que la mayoría de servicios se están recuperando. Ahora solo nos queda cuestionarnos hasta dónde llega nuestra vulnerabilidad tecnológica.