Entrevistas

Diego S. Garrocho, filósofo: “Hoy muchos sustituyen el credo religioso por otro político, con la misma fe ciega”

Diego S. Garrocho, filósofo: “Hoy muchos sustituyen el credo religioso por otro político, con la misma fe ciega”
La entrevista a Diego S. Garrocho, filósofo. Noticias Cuatro
Compartir

Diego Garrocho (Madrid, 1984) navega desde hace años entre dos mares, el del periodismo y el de la filosofía. Es profesor titular de Ética y Filosofía Política en la Universidad Autónoma de Madrid, donde ejerce como vicedecano de Investigación. Fue jefe de Opinión y adjunto a la dirección del 'diario ABC' y, actualmente, colabora con 'El País', 'Babelia' y la 'cadena COPE'.

Acaba de publicar ‘Moderaditos. Una defensa de la valentía política’ (EnDebate), un ensayo que subraya la importancia de la moderación en tiempos de creciente polarización política e ideológica. “Hoy muchos sustituyen el credo religioso por otro político, con la misma fe ciega”, sostiene en una entrevista con Noticias Cuatro.

PUEDE INTERESARTE

Moderaditos’, un ensayo que indaga en las crecientes presiones económicas en los medios

Moderaditos’ explora las crecientes presiones económicas y políticas que moldean el panorama mediático actual y que comprometen la integridad periodística y limitan su libertad, especialmente al dificultar que los medios de comunicación mantengan su autonomía y estabilidad financiera.

Una problemática que se entremezcla con la creciente polarización ideológica, donde los medios de comunicación frecuentemente se alinean con ideologías políticas específicas, transformando las plataformas mediáticas en arenas de militancia partidista en lugar de espacios para reportajes objetivos, con la consiguiente pérdida de credibilidad como resultado.

PUEDE INTERESARTE

“El miedo polariza sobre todo cuando crees que tu rival político es una amenaza vital -advierte el autor-. Pero nuestra forma de vida en democracia no está en peligro”.

Garrocho se adentra en el impacto de las redes sociales

Garrocho también rastrea el impacto de las redes sociales a la hora de exacerbar la polarización, creando cámaras de eco donde los individuos solo están expuestos a puntos de vista que refuerzan sus creencias existentes.

En los últimos tiempos, la moderación ha pasado de ideal virtuoso a convertirse en (interesado) objeto de mofa por parte de quienes han convertido la conversación pública en un combate neurotizado. Sin embargo, ser moderado y atreverse a incomodar a unos y a otros es lo mínimo que puede exigirse a cualquier persona que aspire a ejercer una libertad reflexiva y un escepticismo responsable.

En todo este ruidoso contexto, Diego Garrocho defiende la moderación como una postura valiente, una excepción en este entorno polarizado. “La moderación tiene que ver con cierta cordura en las formas y apertura a la duda en las ideas”, explica. “Lo más cobarde es juntarte con personas que piensan como tú y radicalizar tu discurso”.

Junto con el escepticismo, la moderación es esencial para fomentar un discurso público abierto y honesto, permite un intercambio de ideas más equilibrado y se convierte en un principio necesario para aquellos que desean participar en un diálogo significativo y constructivo en el mundo de hoy. “Convertiste en especialista en algo es muy difícil. Es mejor limitar nuestra opinión a lo que sabemos de verdad”, recomienda Garrocho.

En ese sentido, el autor nos recuerda que los medios tradicionales y los individuos también comparten la responsabilidad del estado actual del discurso público, y hace un llamado tanto a los profesionales de los medios como a los individuos para que reconozcan sus roles en este discurso y se esfuercen por una comunicación más equilibrada y reflexiva.