Padre e hija han comenzado muy compenetrados. Primero Cristina ha sellado el cordero y después lo ha horneado a 220 grados. A parte del carré, tenían que preparar el cus-cús, la verdura, dátiles en tempura, la cebolla caramelizada... y el estrés se ha apoderado de Guillermo. Pero ha conseguido dar el punto de cocción a la carne, según María Jiménez Latorre.