Cuando Melinda decide sincerarse con Sam sobre su especial don para comunicarse con los espíritus, la visita inesperada de Linus, un cazafantasmas profesional hará dudar de nuevo si debe contárselo o no. Por un lado Sam parece escéptico ante el mundo de los espíritus, pero por otra parte Melinda teme que seguir con su secreto podría poner en peligro su relación.
Y mientras, Eli decide ayudar a Linus en la investigación de la casa encantada de los vecinos de Grandview. Melinda se mantendrá al margen ya que cree que Linus es en realidad un farsante, a pesar de contar con todo tipo de tecnología para captar a los espíritus.
Finalmente la joven médium tendrá que ayudar a su amigo Eli para descubrir qué fantasma es el que está viendo Linus.