Simpática, humilde, divertida, natural, sincera, así es Carmen, una amante de la vida natural. Es la madre de Patito. Ha pasado toda su vida en el sur de Argentina, viviendo una vida sencilla y enseñando a su hija a valorar las cosas simples de la vida.
Se dedica a la venta de artesanías y ropa de su propio diseño. Además, las prendas que visten su hija y ella son de su propia confección. Es tan natural que es capaz de decir los peores disparates sin darse cuenta y, cuando trata de corregirlos, los empeora. A pesar de sus errores, su simpatía la ha convertido en la favorita de todos los chicos de la escuela.
El gran amor de Carmen es Leandro y sigue enamorada de él, aunque no le ha confesado jamás su gran secreto: él es el padre de Patito.