Érase una vez una joven dulce, inteligente y trabajadora. Su nombre era Betty y, aunque consciente de sus limitaciones, tenía una ilusión: triunfar en un mundo que no era el suyo. Betty era una chica de barrio, de Queens, que soñaba con trabajar en Manhattan.
He aquí que un buen día, el magnate de la industria editorial Bradford Meade le ofreció la oportunidad de convertir en realidad sus sueños. La contrató como secretaria de su hijo, el egocéntrico y mujeriego Daniel, recién nombrado Editor de la prestigiosa revista 'Moda'. Pero Daniel tenía una enemiga: La despiadada diva Wilhermina Slater, siempre confabulando a sus espaldas para quitarle el puesto.
En la Gran Manzana, y más aún dentro del mundo de la moda, las cosas no eran para nada sencillas. Betty se sentía rechazada, no encajaba en el nuevo, y aparentemente maravilloso, mundo ideal en el que estaba inmersa. Acosada por la perversa y envidiosa recepcionista Amanda y su compinche el repelente asistente de Wilhermina, Mark, se sentía menospreciada y acorralada. Christina, la costurera de la revista, era su única amiga, su 'hada madrina'. Y Henry. Henry no sólo era el contable de Moda, era su única ilusión.
Tras muchos problemas familiares e innumerables vicisitudes laborales, el espíritu indomable de Betty y sus brillantes ideas terminarían conquistando a su jefe. Juntos formarían un formidable equipo, imbatible frente a las adversidades que les aguardaban.