Cuando Nicole trajo a su hogar a Kyle, Stephen no estaba muy convencido de que uno de sus pacientes viviese con sus hijos, y menos un muchacho que había salido de la casa. Tenía miedo de que su presencia pudiese alterar la armonía que reinaba en su casa.
Pero Kyle se fue ganando poco a poco no sólo la confianza de Stephen, sino la de todos los miembros de la familia. Su actitud cariñosa y su inocencia hacen que Stephen cambie de opinión y acaba tratándole como a un hijo e incluso ayudándole en su ardua tarea de entender lo que significa ser un ser humano.
Stephen aprederá a reconciliarse con su propio padre gracias a Kyle y sus enseñanzas, Kyle le sirve de inspiración en este duro tema que no había conseguido superar hasta entonces.
Stephen haría cualquier cosa por su familia pero cuando se ve tentado por una relación extramarital se da cuenta de que no tiene el poder que pensaba a la hora de proteger a los suyos. Es más humano de lo que pensaba...