SEGUNDO PROGRAMA

CUATRO 12/08/2009 11:10

En esta ocasión, el programa se centra en Elsa y Victoria, dos jóvenes madres que tendrán que hacer frentes a problemas externos a la casa y a mejorar la relación con sus hijos para poder evolucionar en su cuidado.

Elsa y Diana

Elsa tiene 16 años y Diana, su bebé, ocho meses

. La madre se quedó embarazada a los 15 años y aunque la primera reacción fue de miedo y angustia, decidió enfrentar el problema y dar a luz a su hija. Durante el embarazo, Elsa lo pasó mal debido a las náuseas. Su hija Diana pesó al nacer más de cuatro kilos.

Cuando Elsa dio a luz a Diana, decidió trasladarse a vivir con la familia de su novio pues aunque la relación con sus padres es buena, ninguno de los dos pudo hacerse cargo de la situación. Además la circunstancia del embarazo obligó a Elsa a dejar sus estudios de 2º de la ESO.

Aunque en el primer capítulo se produjo un acercamiento a la figura de Elsa, es en esta entrega cuando el programa se centra en ella. Su mayor problema se encuentra fuera de la casa porque tiene problemas con su novio, y constantemente está pendiente del teléfono. Además le cuesta acatar las normas del programa, lo que le lleva a enfrentarse con las enfermeras. Lo peor de todo es que transmite y paga su frustración con su hija Diana (la niña llega a perder peso dentro de la casa).

Victoria y Azahara

Victoria tiene 16 años y su hija Azahara diecisiete meses

. Cuando se enteró de su embarazo, todo a su alrededor dio un giro completo. Sus amigas le dieron de lado y se quedo totalmente sola. El parto duró 25 horas y tuvieron que sacar a la niña con cesárea.

Actualmente Victoria vive en Aranjuez con su familia, y espera ansiosa cumplir los 18 años para irse a vivir con su novio. Victoria siente que sus padres no le dejan espacio para desempeñar su papel de madre y necesita ejercerlo. A día de hoy, estudia para ser profesora de guardería.

En este programa se verá a Victoria esclavizada por su hija Azahara que reclama atención continua, y la madre no sabe administrarla

. Las expertas comienzan una terapia de hábito del sueño con ambas, para lograr independizar a una de la otra. Tras unas angustiosas horas, la niña se duerme sola, aunque tendrán que intentarlo varias noches.