"El gobierno aprieta en lo social, como en toda la legislatura. Les daremos los detalles de este plan del gobierno, que, según nuestras noticias, tendrá en los próximos días una segunda parte. Mientras, todo el mundo se pregunta, con inquietud, por el futuro. La Reserva Federal Americana acaba de anunciar que rebaja en medio punto el tipo de interés. ¿Cómo hay que interpretar tantas noticias económicas?. ¿Qué quieren decir?. ¿Qué arriesgamos?. ¿Qué puede ocurrir?. En resumen, la pregunta de cada ciudadano es ¿qué pasa con lo mío?. Si no estuviéramos en campaña sería relativamente fácil de explicar. Pinchó el crédito hipotecario en Estados Unidos y formó una ola enorme que afectó a los bancos de todo el mundo. ¿Cuánto?. ¿A qué bancos?. Como esto no se sabe exactamente, todos recelan, y del recelo surge una segunda complicación, la desconfianza. A nosotros nos ocurre lo que a los demás. Cuando se desencadena un maremoto, todas las costas pueden ser azotadas. El estrago no será igual donde las estructuras sean sólidas que donde no lo sean. El mismo terremoto no produce el mismo efecto en San Francisco que en Guatemala. Así pues España no tiene responsabilidad alguna en lo que ocurre. Si alguien quiere buscar culpables en algún gobierno tendrá que mirar a Bush. Y seguramente, tampoco será justo. España, si los vientos fueran huracanados, sufrirá el embate, pero lo hará sobre cimientos firmes. Eso es lo que nos dicen. Eso es lo que hay. Los Zaplana de guardia pueden huronear por los rincones a la búsqueda de basurilla electoral. Pero no pasa nada, salvo que estamos en el mundo."