Es dinámico, adaptable, atemporal y carece de edad, raza, sexo o condición social.
Ha nacido para abrazar y arrancar una sonrisa. No entiende de peleas, rencores, ni enfados.
Su función es regalar alegría, amor, compañía, unión y protección.
Y su sueño, formar una enrome red alrededor de la tierra que nos una, sin odios ni prejuicios y en el que todos cabemos.