Fermín fue elegido líder en la última gala y no hay quien le apee de la burra. Por fin se ha visto apoyado por el público (por un margen muy discreto) y se le han subido los humos. Probablemente tenga que ver con que nunca antes se le ha reconocido nada, ya que su profesión le mantenía en el anonimato por contrato. Él fue el inventor de la "Sopa de Letras". Ahora, orgulloso de su popularidad recién adquirida, está ávido de protagonismo y de iniciativa: "su" público se lo exige. En la isla se ven obligados a seguirle porque él tiene el poder de inmunizar de la nominación a uno de sus compañeros. De tez sensible, no soporta que el sol toque su piel.