El magnate inmobiliario Alan Summers está siendo investigado x el FBI por fraude y desfalco, y tras ser recogido por su chofer en el aeropuerto, han desaparecido misteriosamente. La policía encuentra el coche en el que viajaban abandonado y lleno de sangre, y lo que en principio parece ser un asesinato, las pruebas policiales se inclinan hacia un meditado secuestro en que el chofer puede estar involucrado. Además, la familia de Summers ha recibido una llamada telefónica pidiendo una gran suma de dinero por el rescate. Por otra parte, el equipo de Brenda parece estar pasando un momento difícil con Daniels trabajando en otra división, el sargento Gabriel haciendo doble trabajo, la inspectora Nikki Mendoza (Paola Turbay) trabajando con ellos en el caso y el extraño comportamiento de Provenza. Además, Brenda y Fritz tendrán que ocuparse de la enfermedad de su gata Kitty.