Este viaje significa adentrarse en el territorio gobernado por el Señor Oscuro, donde está reuniendo su ejército de orcos, bestias salvajes con afán asesino. Pero no sólo se van a enfrentar a peligros externos: las permanentes disputas del grupo y el poder corruptor del Anillo convertirán a Frodo en un inesperado y diminuto héroe, que debe combatir el mal absoluto incluso dentro de sí mismo.
El neozelandés Peter Jackson, en cuya filmografía se incluyen títulos como "Mal gusto", "Braindead: tu madre se ha comido a mi perro", "Criaturas celestiales" o "Agárrame esos fantasmas", se embarcó de lleno en este proyecto de dimensiones espectaculares que le ha ocupado siete años de trabajo. "El señor de los anillos: La comunidad del anillo" es la primera entrega de una de las trilogías más esperadas y celebradas de la gran pantalla, basada en los míticos relatos de J.R.R. Tolkien, publicados en 1954.
Las tres películas se rodaron de manera consecutiva en Nueva Zelanda, donde el equipo técnico y artístico convivió durante los dos años que duró el largo rodaje de la saga. El propio Jackson, seguidor fiel de los textos originales, fue el responsable de adaptar al guión este relato legendario con la ayuda de su colaborador habitual, Fran Walsh, y de la debutante Philippa Boyens.