Oracle, Lucky y Tantor

CUATRO 26/05/2010 10:54

Oracle, amores perros

Sara tiene un pequeño yorkshire, que cada día deja al cuidado de sus abuelos cuando ella tiene que ir a trabajar. Los abuelos tratan al pequeño Oracle como si de un nietecito se tratara: bailan con él, le traen regalos de sus viajes, le sientan a la mesa a comer con ellos... no dejan de mimarle. Pero el perro responde a estos cuidados de forma desigual. Mientras adora al abuelo y le regala besos y lametones, detesta a la abuela y no le deja ni acercarse. La abuela ya se ha llevado más de un mordisco y se siente muy desdichada con la situación. Además el perro se ha convertido en un protestón y no deja de ladrar cada vez que suena el timbre y el teléfono. Evidentemente, en este caso la rehabilitación de Oracle pasa por hacer entender a Saturnino y María que el can no es un nieto y que deben tratarle como a un perro. María aprende que el perro, más que no quererla, no la respeta porque se comunica con él de una forma errónea. Oracle ha recibido tantos mimos y tan poca disciplina que reacciona de inmediato a las órdenes de Borja. La familia no puede creerse la transformación que Borja ha obrado en Oracle en tan poco tiempo

Lucky Moonwalk

David y Rebeca son dos conocidos actores de series de televisión (Yo soy Bea) que viven con un precioso schnauzer miniatura llamado Lucky. El perro es perfecto en todo, es dócil, obediente y hasta sabe hacer algunos trucos. Pero tiene pavor a cruzar los marcos de las puertas y los suelos brillantes del piso le dan miedo. Cuando esto ocurre gira su cuerpo y empieza a caminar hacia atrás emulando el famoso baile de Michael Jackson. Rebeca está preocupada porque lo que hace su perro no es normal. Para enseñar a Lucky a pasar por el marco de la puerta sin problemas, Borja se ayuda primero de su determinación y de una correa. El perro capta el mensaje enseguida, pero sólo lo hace bien cuando los dueños tienen la misma determinación que Borja. Para seguir practicando, usarán un hula hop que se convertirá en un nuevo obstáculo a superar. Borja ata a Lucky a Bahia, su perra, y es Bahía la que obtiene mejores resultados en la rehabilitación de Lucky. Siguiendo a la fiel perra de Borja, Lucky pasará por el hula hop y por las puertas sin problema.

Tantor, rebelde sin causa

Montse y Álex viven con un bonito sharpei negro al que han criado como si de un niño se tratara. Con ellos es muy cariñoso y se suele portar bien, pero empieza a mostrar una actitud muy rebelde. En la calle se porta como un auténtico macarra con los otros perros, en especial con el presa canario del vecino. Cada vez que se cruzan en el portal lo convierten en un auténtico rin. Además, se pone muy agresivo cada vez que alguien entra a casa y en cuanto suena el timbre se lanza a la puerta como si en ello le fuera la vida. También tienen problemas para convencerle de que de vez en cuando tienen que asearle. En cuanto oye la palabra baño se mete debajo de la mesa y si intentan sacarle les muerde. Borja consigue que los dueños de Tantor saquen su lado más enérgico a la hora de decirle al perro que él no tiene que defender la puerta. Después de comprobar asombrado cómo el perro se refugia debajo de la mesa cada vez que oye la palabra baño, les enseña a corregir ese comportamiento y a conseguir que el can vaya de forma dócil y sumisa al aseo. El reto más difícil con Tantor es que no se ponga agresivo con otros perros, pero finalmente consiguen cruzarse en el portal y la calle con el perro del vecino y que los perros se ignoren completamente.