Así se vivió desde un cine el debut español en la 'Champions' de League of Legends

M. Antón (@emeanton) 23/01/2015 14:56

El debut de Giants este jueves en una de las mayores competiciones de videojuegos del mundo, la LCS de League of Legends, mantuvo en vilo a gran parte de los aficionados españoles. Tras una impecable temporada en la Liga de Videojuegos Profesional, el equipo alcanzó una dimensión internacional después de conseguir el pase a la 'Champions' de League of Legends, convirtiéndose en un auténtico fenómeno en nuestro país. En un cine de Madrid, más de un centenar de apasionados de este juego se congregaron para ver el estreno de los 'Gigantes' desde sus butacas.

En un entorno perfecto para un evento de estas características, el Palacio de Hielo, los primeros aficionados en llegar se acercan tímidamente a los bares mientras hacen tiempo hasta la apertura de puertas. El olor a palomitas impregna la entrada de la Sala 9, donde un grupo de aficionados se fotografía ante un 'photocall' en el que Ahri y Katarina les dan la bienvenida a una #LCSdeCine. "Está difícil", dice uno de ellos, "pero tenemos que confiar en los españoles". Confían en Giants, pero saben qué la hazaña no es sencilla. La diferencia entre la competición local y la europea sigue siendo notable. Pero los jugadores de Giants están en Berlín desde hace unos días. Eso ya lo han conseguido. "Lo difícil es que ganen los suficientes partidos como para mantenerse en el primer Split", dice otro.

Porque de eso se trata. De mantenerse al menos hasta el próximo 'Split'. Esta 'Champions' en la que compiten los mejores equipos de Europa se divide en dos fases (Splits): un torneo de primavera y otro de verano. Y si Giants quiere ir al Mundial de 2015 no solo tendrá que evitar el descenso en el primer Split, sino ganar los partidos suficientes para estar entre los mejores equipos al final del segundo.

Los aficionados están allí para animar y jalear a los españoles frente a una pantalla de 100m2. Puede parecer frío, distante, pero no lo es. Forman una comunidad cuyo hábitat natural es Internet y las redes sociales y hoy se juntan para conocerse y gritar juntos. Un grupo donde la media de edad supera los veinte años y en el que todos comparten el entusiasmo por el videojuego más jugado del mundo (League of Legends) y por el deporte del siglo XXI: los eSports o deportes electrónicos.

En la taquilla del cine hay otras personas que no van a la Sala 9. Grupos de amigos, familias y parejas que vienen a ver 'Corazones de acero', 'Boyhood' o la última de 'El Hobbit', y que se sorprenden al ver a una chica con un gorro verde y gafas de aviador. Es el sombrero de Teemo, uno de los personajes del juego. Todos los de la Sala 9 lo saben.

También Paloma Álvarez y Ángel Felipe, aunque allí muchos los conocen como 'Sistempal' y 'Afelnie'. Esta pareja de veinteañeros son los promotores de Warding Hard, la plataforma responsable de la iniciativa. Están nerviosos. "Es la primera vez que hacemos esto y no sabemos cómo va a salir", dicen. Están nerviosos, pero también entusiasmados: "Ya se ha hecho en otras ciudades como Barcelona o Granada, y queríamos hacer algo parecido en Madrid".

Las luces se apagan y en la pantalla aparecen Ulises Prieto y Ernesto 'BarbeQ' Folch. Son los comentaristas de la Liga de Videojuegos Profesional (LVP), organización que este año vuelve a retransmitir la LCS en castellano. Lo hacen a 600 kilómetros de distancia de la capital, desde un plató situado en Barcelona. Arranca el primer partido. Fnatic, un club histórico en la competición y primeros campeones del mundo del juego, se enfrentan contra Elements, un nuevo club con jugadores veteranos y uno de los equipos favoritos.

Entonces lo que parece frío, lo que parece distante y solitario se convierte en un diálogo a través de las redes sociales. A lo largo de la tarde, siete tendencias relacionadas con la LCS se colocarán entre lo más comentado en Twitter. Los que están en la Sala 9 jalean las jugadas y, desde la pantalla, 'Ulises' y 'BarbeQ' saludan a quienes les están viendo a 600 kilómetros de distancia.

Cuando llega el turno de Giants el público se anima aún más y en la sala entra más gente. Los españoles empiezan jugando bien, y uno de sus miembros más carismáticos, Isaac 'Pepiinero', desespera a sus rivales de MeetYourMakers (MYM) sobre el terreno de juego. El jugador de Leganés se convierte en el foco de atención de MYM y el resto del equipo aprovecha la oportunidad para jugar cómodamente en sus posiciones. 'Fr3deric', 'Werlyb', 'Adryh' y 'Rydle' son los otros cuatro 'nicks' que allí todo el mundo conoce. En poco más de media hora los 'Gigantes' dominan a sus rivales y consiguen la victoria en su debut. Más tarde darán una lección de humildad y escribirán en las redes sociales cosas como "ha sido un partido fácil" o "ellos no han jugado bien".

En el cine la fiesta sigue. Fuera ya hace rato que ha oscurecido, pero hay otros tres partidos por delante que la afición quiere ver. Todos esos equipos serán rivales de Giants a lo largo de la temporada, y los seguidores quieren ver su juego. Porque en League of Legends se puede ser fan de muchos equipos a la vez. "Ojalá mañana también gane Giants" dice una chica que curiosamente viste una camiseta de Fnatic. La deportividad reina en los deportes electrónicos y los aficionados siguen a muchos jugadores y equipos sin radicalidad alguna. Porque "esto es como el fútbol, pero sin ser como el fútbol" escribe alguien en Twitter con uno de los hashtags del día.

Porque en esencia, los deportes electrónicos no han inventado nada que no existiera antes. Lo único que cambia es el medio. El fenómeno gana cada vez más popularidad, y sus seguidores dejan de ser, poco a poco, 'bichos raros' para quienes desconocen el fenómeno. Porque simplemente son entusiastas que han cambiado las pachangas de fútbol en la plaza del barrio por las partidas en la Grieta del Invocador. Esos aficionados que animan en el cine no tienen nada de 'raro', solamente disfrutan de su ocio de otra manera. El viernes por la mañana muchos de ellos cogerán el metro para ir al instituto o al trabajo, otros se saltarán la primera clase de la facultad para dormir un poco más, y habrá uno que madrugará para escribir una crónica cualquiera desde una redacción cualquiera.