Conoce a 'BarbeQ', el analista de League of Legends en la Liga de Videojuegos

Marcos Antón 04/12/2014 16:23

Un sofá y varios amigos sentados delante de la Mega Drive o la Super Nintendo. Ese es el primer recuerdo que Ernesto ‘BarbeQ’ Folch rescata de su memoria cuando le preguntan por su recorrido en el mundo de los videojuegos. Un camino de 25 años de longitud con numerosos hitos. Después del sofá, un segundo recuerdo se asoma con decisión entre sus palabras: corresponde a 1997, y es “uno de los mejores momentos de mi vida, cuando mi madre compró el primer ordenador”. Entonces pequeños juegos surgieron sobre el escritorio del Windows 95 que aquel PC hacía correr en sus entrañas. Más tarde llegó el Monkey Island, el ADSL “para evitar las molestias del módem”, un nuevo ordenador, el Empire Earth…

Imágenes que recorren su infancia y adolescencia hasta que se detienen en un momento clave: cuando descubrió que se podía competir con otras personas, que había clanes, equipos… “Pero solo fui consciente de hasta dónde llegaba todo eso cuando llegó el ‘boom’ del Counter Strike a los cibercafés”. Empezó a competir, y de la mano Javier ‘Xavorz’ Carrión entró en un equipo semiprofesional. “Yo era el mejor de Bétera, el pueblo de Valencia en el que vivía, pero cuando empezamos a competir en torneos por España, nos daban verdaderas palizas”.

Cambio de juegos

Con la llegada de Counter Strike 1.6 se cambió de juego y llegó al Warcraft III; de ahí dio el paso a Defense of the Ancients (DotA). “No era un juego muy conocido y empecé a competir con uno de los mejores equipos de España en competiciones internacionales”. Pero DotA se hizo más conocido y el nivel de los jugadores comenzó a crecer, “entonces decidí que no tenía el nivel suficiente y dejé de competir”. Un amigo le hizo acercarse a League of Legends (LoL). “Yo venía de DotA así que tenía mis reservas con el juego de Riot”.

Por entonces aún no existía el ‘BarbeQ’ que hoy conocemos. El álter ego virtual de Ernesto era ‘Ness’. “Pensé que iba a dejar el LoL en dos días, así que decidí utilizar otro ‘nick’ diferente. Eligió ‘BBQWTFOMG”, tras darle varias vueltas a uno de los logros del Team Fortres. Era la Primera Temporada, y en lugar de abandonar el juego comenzó a subir niveles y destacar en partidas clasificatorias.

Entró en el equipo que más tarde competiría bajo la bandera de Wizards, con jugadores como Exter, Babeta, Hein o Kaidoh, y al que entró a formar parte Araneae. “Teníamos expectativas de llegar al Campeonato del Mundo que se celebró en DreamHack, pero todo fue mal en el clasificatorio. Aun así, ganamos todas las lanes como la Euskal y la Campus Party”. Ernesto pasó por otro club histórico, Team x6tence, en una época de rivalidad con MeetYourMakers, y de ahí dio el salto a Giants Gaming, donde compartió equipo con Jer0m, Carbono, Neptuno, Babeta, Exter, Morden...

Demasiadas cosas y muy poco tiempo

En la Final Cup 3, las primeras finales que viajaron a Madrid, League of Legends aún era un juego minoritario. "Acababa de salir y todavía no había comentaristas oficiales. Yo conocía a Sh4rin, que por entonces narraba partidas de Street Fighter, y sugerí a Riot que contaran con él. Al final terminamos los dos comentando las partidas". Fue entonces cuando llegó la llamada de la Liga de Videojuegos Profesional (LVP). "Fue el final de mi época competitiva. Hacía demasiadas cosas y no tenía tiempo", así que optó por centrarse a la narración deportiva. "La Liga me hacía mucha ilusión, era una gran idea muy bien organizada, así que cuando me lo ofrecieron no se me ocurrió decir que no. Entonces decidí que mi carrera seguiría por ahí, y que lo de jugar se había acabado".

Ernesto creció delante de las cámaras. Pero no las de ningún plató de grabación, sino las de su madre, fotógrafa aficionada que no paraba de inmortalizar las escenas cotidianas de su hijo. Por si no fuera poco, pasó ocho años sobre los escenarios con una banda de música y un coro. "Se puede decir que no tenía ningún tipo de pánico escénico, ni miedo a las cámaras". Su madre no era la única que le decía que tenía buena voz y que debería aprovecharla. "A mí me gustaba mucho el baloncesto y quería ser comentarista. Quién me iba a decir que 10 años después estaría aquí".

Aunque no tenía miedo "pronto descubrí que no tenía maneras. No sabía estar delante de las cámaras. Pensaba continuamente si estaría siendo educado o debería sonreir. Pero he mejorado mucho con los consejos de mis compañeros, y las indicaciones de la gente de realización como Eduardo Yuguero". La jornada de Ernesto no termina cuando se apagan los focos y las cámaras. "En cuando tengo ocasión veo la grabación del último directo y analizo los aciertos y errores, la calidad de las preguntas, los gestos de los que no eres consciente... Son los pequeños detalles los que marcan la diferencia".

Su perfil durante los partidos que Mitele.es emite en directo es el de analista. "He sido jugador y conozco el juego en profundidad". Como analista, se deja conducir por el comentarista principal. Primero fue Javier 'Sh4rin' Sanabria, "es muy espontáneo, con gran carisma y nunca sabes por dónde puede salir y dudas si podrás aguantar la risa en directo". Ahora se sienta con Ulises Prieto en los directos de la División de Honor: "Somos amigos y compartimos mucho tiempo juntos. Él es más protocolario, lleva la escaleta a rajatabla y nuestra relación profesional ha ido mejorando mucho; los roles están muy definidos".

Un futuro incierto a corto plazo

"Sabemos que esto va a seguir creciendo y que en unos años los eSports en España van a ser algo muy grande". Pero Ernesto sabe que no hay nada seguro en un mercado tan reciente como el de los deportes electrónicos. "Quiero seguir formando parte de esto. La Liga es un proyecto de futuro hecho al 100%". Lo dice con seguridad. Está convencido de lo que vendrá aunque no sepa describirlo. Admira el panorama asiático, especialmente Corea del Sur, donde "los videojuegos son la NBA del país". Pero sabe que en España aún es un proyecto en formación. "Hay unos mínimos que alcanzar: disciplina, proyección. La seriedad asiática no tiene nada que ver con la nuestra. Aquí, hasta hace poco, estaba mal visto jugar a videojuegos".

Ernesto está convencido de que los primeros pasos están siguiendo el camino correcto. "Corea seguirá evolucionando y nunca les cogeremos, pero algún día llegaremos al nivel que ellos están ahora. Estamos creciendo como podemos, tenemos jugadores con una calidad suficiente y los medios empiezan a darse cuenta de que hemos llegado para quedarnos".