Mientras, César envía un espía a Florencia, donde el cardenal Della Rovere está buscando la ayuda de la poderosa familia Medici para acabar con el papado de Alejandro VI. El cardenal intenta que los Medici den permiso a las tropas francesas para cruzar su territorio y pide consejo a Maquiavelo, el consejero de la familia.
Lucrecia termina casándose por conveniencia con Giovanni Sforza, un hombre al que no conoce, pero el esplendor del enlace se amarga en la recepción de los invitados. César Borgia se presenta con su madre. La aristocracia italiana no soporta ver a Los Borgia en su ambiente y la situación se complica cuando César baila y flirtea con Úrsula Bonadeo, la mujer de un poderoso barón. Además, Juan Borgia ha contratado un espectáculo vulgar para el banquete.
Giovanni se siente profundamente ofendido por el comportamiento de Los Borgia y Lucrecia lo pagará en privado en el momento de consumar su matrimonio.