El poderoso Colegio de Cardenales, de cuyos votos depende su poder, se divide, así que él planea arreglarlo como sea creando nuevos puestos para sus propios aliados, incluyendo a César.
Pero los rivales de Los Borgia, encabezados por Della Rovere, tiene una potente arma: un testigo del coqueteo sexual del Papa Alejandro con Julia. Una sirvienta está preparada para dar testimonio de que ha visto a una mujer ir y venir por el paseo subterráneo secreto. Los Borgia deberán actuar deprisa: infiltrarán a un hombre en el campamento de Della Rovere para intentar eliminar al testigo.
Mientras tanto, Lucrecia, que ha formado un lazo de unión con Julia, se encuentra atrapada en un campo emocional minado entre la nueva amante y Vanozza, su madre rechazada.