Es el patriarca del clan. Todas las grandes decisiones de los Borgia pasan por él.
Tremendamente ambicioso y muy devoto a su familia, utiliza su privilegiada posición en la Iglesia Católica para incrementar su riqueza, su poder y su influencia política.
Su astucia y diplomacia le definen. Es capaz de manejar a sus enemigos en las situaciones más tensas, pero tiene un punto débil: el placer carnal. Disfuta con la compañía de jóvenes mujeres, algo de lo que intentan aprovecharse sus enemigos.