Los jóvenes se lanzan a la piscina desde el balcón de las habitaciones donde pasan sus vacaciones.
La práctica con el nombre de balconing, que suele tener un trágico desenlace, se repite en las Islas Baleares cuando el exceso de alcohol y la fiesta descontrolada les leva a realizar estos saltos temerarios.
Costumbre problemática incontrolable
Las propias agencias de viajes advierten de la prohibición de realizar estos actos, pero los turistas extranjeros hacen caso omiso a las advertencias.
La práctica suele ser grabada para ser colgada posteriormente a Internet a modo de hazaña, que ya no es una anécdota sino un fenómeno extendido.