Así es Ramón Laso: el psicópata que mataba por amor con un crimen casi perfecto

cuatro.com 16/02/2017 11:42

El primer crimen de Ramón Laso llegó en el año 1988, cuando su mujer Dolores Camacho descubrió que le estaba siendo infiel. Laso dejó a la víctima en las vías de un tren que no pudo frenar a tiempo y acabó con su vida al decapitarla. La Guardia Civil estimó que fue un suicidio pero la muerte de su hijo Daniel de seis años, meses después, puso en tela de juicio a Ramón Laso, a pesar de que éste alegaba un accidente de coche que acabó calcinándole. Cobró por el seguro más de tres millones de pesetas tras haber fingido tal accidente.

Fue la familia de la víctima la que presionó para que se reabriera el caso y Laso acabó siendo condenado en 1993 por un jurado popular a 56 años de prisión por delitos de homicidios a pesar de considerarse inocente y alegar ser una buena persona. Ocho años después fue puesto en libertad siguiendo el antinguo Código Penal y rehízo su vida con Julia Lamas aunque más tarde le fue infiel con su hermana, Mercedes Lamas, quien estaba casada con Maurici Font. En 2009, éste y Julia desaparecieron sin dejar rastro.

Ramón Laso fue el último en verles y confiesa que le aseguraron que escapaban para hacer una vida juntos. ¿Por qué fue condenado entonces Laso? Además de una clara vinculación con el crimen anterior, Ramón fue condenado por la triangulación de su teléfono móvil y la posición de su automóvil. Maurici habría llamado para decir que no le buscaran pero esta llamada la habría hecho Ramón según reveló la investigación.

En octubre de 2014 le cayeron 30 años de cárcel por doble homicidio a pesar de que el detective Jorge Colomar asegurara que Ramón Laso había aprendido de su anterior crimen y se hubiera deshecho de los cuerpos en esta ocasión, no encontrándose así ni cadáveres ni restos biológicos. En la actualidad, los cuerpos de su cuñado y de su segunda mujer siguen sin aparecer. Laso se convirtió así en el primer condenado por asesinato sin que hubiera pruebas, cadáver ni confesión.