Mixoma auricular

cuatro.com 31/05/2012 23:21

El equipo médico del Princeton Plainsboro está acostumbrado a tratar las enfermedades y patologías más extrañas y difíciles de diagnosticar. Sin embargo, en está ocasión cuentan con la ayuda de la madre de una de sus pacientes, una doctora especializada en la enfermedad que padece su hija.

Emily nació con una mutación rara de AT. Los síntomas que hasta su ingreso en el hospital ha desarrollado son hemorragia nasal y problemas respiratorios. En el primer diferencial el equipo cree que podría tratarse de ‘Granulomatosis de Begener’.

Durante la prueba la niña comienza a sentir dolores, tiene problemas de circulación en manos y pies debidos a una reacción al frío. Podría ser stress por ver a sus padres discutir, pero se inclinan por una intoxicación por metales pesados, su padre se mudó a un bloque de edificios viejo. El lupus cuadra, pero la madre insiste en hacer una terapia de quelación para tratar la intoxicación.

El equipo decide entrar en la casa de la madre y descubren que tiene un sótano lleno de productos químicos, en él guarda medicamentos en fase de pruebas. La doctora y madre de la paciente reconoce que utilizó a su hija como cobaya. Pero lo que no sabía es que el medicamento experimental produce fallo renal en ratas. La niña necesita una biopsia renal, pero durante la prueba vomita sangre, le duele el pecho, se descarta que sea un problema de los riñones.

Emily es propensa a las infecciones respiratorias, podría ser embolismo pulmonar causado al caerse de un una atracción, el tratamiento es eparina para evitar otro embolismo. Las buenas noticias es que los pulmones están limpios, pero los ojos de la niña están hictéricos, es una afectación del hígado, tiene un bloqueo en la vena hepática que restringe el riego del hígado. Llegado a este punto la madre de la niña se plantea si este es el resultado final de su enfermedad, ya que es algo único, un gen defectuoso de cada uno.

Lo único que encaja en el diagnóstico de la niña es la ‘Enfermedad de Lyme’ avanzada. El medicamento que la madre probaba en ella tenía la enfermedad a raya, y al dejar de ponérselo comenzó a manifestarse, se trata con Amoxicilina. Para confirmarlo necesitan una punción lumbar, pero durante la prueba, la niña pierde la movilidad en los brazos, sufre un ictus.

Por fin Chase da con el diagnóstico correcto: Emily tiene un ‘mixoma auricular’, tumor cardíaco primario. Necesitan resecar el tumor, y al biopsiarlo descubren que era benigno.