Los recibimientos del doctor House son de “lo más cálidos”. Y si no que se lo digan a Taub y Chase que, después de su larga ausencia, han vuelto a la consulta del doctor y éste los ha recibido, diciendo: “llegáis tarde”.
Acto seguido, ha proseguido con sus habituales lindezas. Así, le ha dicho a Chase: “la barba te queda bien, así ya no parecerás una quinceañera”.
Hablando de las hijas que ha tenido Taub, House le pregunta: “¿te has hecho la prueba de ADN?” Taub le contesta que son “clavaditas a mí” y el doctor le replica: “pero crecerán”.
House, a la doctora Adams: “¡Oh! ¡Qué monada! Me refiero a tus pechos: siempre se te ponen tiesos cuando enfatizas las cosas”.
La mujer del paciente, que acaba de descubrir su infidelidad, sale de la habitación llorando. House y compañía estaban, desde el otro lado, presenciando el espectáculo. El doctor, al irse ella, afirma: “y… ¡corten! Ahora volvemos a la aburrida realidad real”.