Una chica sufre ataques intermitentes. En un principio, los doctores sospechan que podría haber sido causado por las drogas. La madre les cuenta que le está dando medicamentos ansiolíticos, ya que su hija es muy temperamental.
Posteriormente, la paciente les explica que siente dolor en los pechos, lo que hace pensar a Adams y Taub que podría estar embarazada. De pronto, deja de sentir sus brazos. Dados los síntomas, los médicos creen que podría tratarse de VIH o de un tumor, pero la prueba revela que no se trata de ninguno de los dos. La chica vuelve a sentir los brazos, pero le duelen y le salen hematomas.
Chase y Taub descubren que la paciente tiene novio y que éste estuvo la noche anterior en el hospital y que la agarró fuertemente del brazo. Acto seguido, a la chica continúan apareciéndole más síntomas. Y es que, de pronto, empieza a ver borroso.
Más adelante, House le hace una prueba y ella le responde como si fuera su novio. De esta forma, los médicos llegan a la conclusión de que sufre trastorno de personalidad múltiple, trastorno que quedó enmascarado a causa del medicamento que le daba su madre. No obstante, algunos de los síntomas no son psicológicos, sino fisiológicos.
Al tener diferentes personalidades, someten a la paciente a una sesión de hipnosis. Acto seguido, sufre un sangrado vaginal. Con todos los síntomas, los médicos dan con la enfermedad que padece la paciente: un coriocarcinoma. Se trata de un tipo de cáncer poco común, pero, con frecuencia, curable, asociado con el embarazo. Un bebé puede o no desarrollarse en estos tipos de embarazos.