Esclerosis múltiple y Gliobastoma terminal

Marcos Íñiguez 12/04/2011 16:48

La esclerosis múltiple o M S por sus iniciales en inglés (Multiple Sclerosis) es una enfermedad que afecta al sistema nervioso. Los tejidos del sistema nervioso y de la médula espinal están protegidos por un sistema de vasos capilares, que en los pacientes de esclerosis múltiple no funcionan, lo que termina provocando daños en el sistema inmunológico.

Suele darse en personas en personas genéticamente predispuestas a adquirirla y sus principales síntomas son: fatiga, debilidad muscular, calambres, insuficiencia respiratoria, problemas de visión, pérdida de memoria y disfunción sexual.

Dado que la esclerosis múltiple afecta el cerebro y la espina dorsal, es de naturaleza degenerativa, no es extraño que las personas afectadas sufran dificultades emocionales que resultan en depresiones, miedo, ira y ansiedad.

En cuanto al tratamiento, no existe una cura definitiva, aunque se han encontrado algunos medicamentos, como los corticoides, que en altas dosis son eficaces para combatir los síntomas.

Según el diagnóstico de House, Jorge padece Esclerosis de Marburg, un tipo de esclerosis maligna, bautizada así por el apellido del científico del siglo XIX que la descubrió.

GLIOBLASTOMA TERMINAL

La hija del paciente, Marisa, se curó milagrosamente de un gliobastoma terminal. El glioblastoma es cáncer. Sus tumores cerebrales son los más agresivos y causan cada año el 2% de las muertes de cáncer en todo el mundo. Aunque no provocan metástasis a distancia, estos tumores poseen una alta tasa de recidiva, lo que hace que tras el tratamiento quirúrgico sigan desarrollándose hasta causar la muerte del paciente.

El tratamiento requiere de cirugía, radioterapia y quimioterapia. Con uno de estos protocolos de tratamiento, el Protocolo de Stupp, se ha alcanzado recientemente una supervivencia del 25% de los casos y aún más en los casos en los que se consiguió una extirpación completa.