El productor Paul Attanassio le sugirió a David Shore la idea de rodar una serie de médicos en la que cada día un paciente llegara al hospital con una enfermedad rarísima, grave y casi incurable. A Shore le gustó la idea, pero sabía que series de médicos hay a patadas, así que su gran reto para llegar al éxito era perfilar un protagonista con una personalidad arrolladora. Fue entonces cuando pensó en uno de sus personajes favoritos de la Literatura: Sherlock Holmes, el detective inglés de Sir Arthur Conan Doyle.
Las conexiones entre House y Sherlock son evidentes. No solo comparten rasgos de personalidad, también utilizan el mismo método, su número de piso o una adicción a las drogas. ¿Quieres conocer todos sus nexos?
1.-Nombres: Según Shore, el mismo nombre de House es un "homenaje sutil" a Holmes. Lo mismo ocurre con los nombre de sus inseparables amigos, los doctores John Watson y James Wilson.
2.-Casos y método de razonamiento: Los dos personajes sienten interés únicamente en los casos más difíciles de resolver. Para ello, emplean un método deductivo. Es decir, aplicando la lógica y eliminando las suposiciones erróneas llegan a una resolución.
3.-Adicciones: House es adicto a la Vicodina, mientras que Holmes no ocultaba su dependencia a la cocaína.
4.-Pasión por la música. Ambos tocan un instrumento musical. Holmes toca el violín y House el piano.
5.- En varios episodios existe una conexión o guiño entre ambas historias:
- La primera paciente de House se apellidaba Rebecca Adler, que coincide con Irene Adler, la mujer que aparece en el primer relato de Sherlock Holmes.
- En "Apuesto el resto", House está obsesionado con una paciente que perdió hace doce años, llamada "Esther Doyle", en referencia a Conan Doyle, el autor de Sherlock Holmes.
- En el capítulo final de la segunda temporada, "Sin Razón", el médico recibe un disparo de alguien acreditado como "Moriarty", que es el principal enemigo de Sherlock.
- En el episodio "Es Una Maravillosa Mentira", House recibe un libro de Conan Doyle como regalo de navidad.
6.- Dirección: Un guiño para los más escépticos. Los dos tienen su residencia en el número 221B.
7.- Falta de escrúpulos: House no vacila en romper las reglas, ignorarlas, torcerlas y torturarlas de todas las maneras posibles hasta conseguir el diagnóstico, a veces asumiendo riesgos terribles para sí y para el paciente. Holmes mostraba una parecida carencia de escrúpulos para conseguir solucionar sus casos.
8.- Aires de superioridad: House y Holmes tienen una irritante tendencia a creer que siempre tienen la razón. Y la tienen.
9.- Dificultad para entablar relaciones: House es un misántropo que odia ver a sus pacientes y no siente el más mínimo interés por sus problemas personales a no ser que tengan relación directa con el diagnóstico. Holmes sentía la misma aversión a establecer lazos emocionales con sus clientes y sólo se interesaba por los datos que tuvieran relación directa con el caso.
10.- Ninguno de los dos despierta un gran cariño entre sus compañeros, pero sí admiración y respeto.