Jero, a Carolina: "Al ponerte como una energúmena estás perdiendo a tu madre"

cuatro.com 04/12/2015 22:41

Egoísta celosa y cruel. Ese es el perfil de Carolina, una joven de 19 años que ha convertido su casa en campo de batalla. Depende económicamente de su madre, que la mantiene a ella y a su bebé pero no es consciente de la difícil situación que atraviesa la familia. A los problemas económicos hay que unir la enfermedad de su madre. Paqui sufre esclerosis múltiple y pese a eso tiene que aguantar a diario los arrebatos de ira de Carolina. "Con su hija es muy buena pero conmigo es terrible. Se pone muy violenta. Tengo esclerosis múltiple y le da igual lo que me pueda pasar."

La situación es insostenible y la comunicación entre ellas imposible. "Odio a mi madre. Me hierve la sangre. No la soporto. Muchas veces me han entrado ganas de darle un tortazo", dice Carolina, que tiene vetado el paso a su habitación a toda su familia. "En mi cuarto hago lo que me da la gana. Me tienen que pedir permiso para entrar porque mi habitación es mi territorio", dice Carolina, que destroza todo lo que encuentra cuando su madre le dice que no a alguno de sus caprichos. "¿Tienes para tabaco? Quiero fumar. Dame el bolso y no me vayas a decir que no tienes cuando tienes. Ayer tenías 20 euros. ¿Cómo no vas a tener 3 euros? Como lo encuentres la vamos a tener", le dice a su madre mientra va rompiendo todo lo que encuentra. "Llevo haciendo lo que me sale el coño todo la vida y hasta que me vaya lo que te queda. Estás tonta. Desgraciada."

Carolina también agrede a su hermana

Ante la difícil situación que vive con Carolina, Paqui llama a su hija mayor, su único apoyo. Belén intenta poner paz pero no es posible. La relación entre las hermanas tampoco es buena. "No soporto que la trate así a mi madre. Me hace perder los nervios porque se lía con ella de tal manera que se la va a comer. Eso no lo permito", dice Belén.

Otro de los problemas es que Carolina tiene celos de su hermana. "Todo tiene que ser para ella, se lo merezca o no. Es muy consentida y muy caprichosa." Si Paqui ayuda a Belén, que también tiene dos hijos, Carolina exige lo mismo. "A mí también me hace falta. Sí a ellas le das tanto, a mí también. A ti te debería dar menos. Yo estoy aquí y si nunca tiene para mí, no va a tener para tu marido y para ti. No me da la gana. A mí no me vas a chulear más. Te abro en canal. Te metes a puta para pagar. Todo para ella y seguimos con la misma toda la puta vida. Mi madre solo tiene ojos para mi hermana. Le da mucho más que a mí, lo necesite o no y no se lo permito."

Jero García llega a casa de Carolina

Carolina no tiene piedad con su madre y se toma a broma su enfermedad. Jero García quiere que tome conciencia de la situación y empiece a arrimar el hombro pero antes Jero habla con su madre. "Me dijeron hace 15 años que en seis meses me quedaría en silla de ruedas. Antes era valiente, ahora no. Antes me reía de mi sombra y ahora se ríe la sombra de mí. Quiero que me ayudéis con mi hija porque no quiero perderla", le dice Paqui desesperada.

Tras escuchar a Paqui, Jero se encuentra por primera vez con Carolina. Nada más llegar, le deja clara su postura: ella puede hacer lo que quiera y su dormitorio es su territorio. Además le reprocha a su madre todo lo que le da a Belén. "Que esté contigo no significa que esté bien. Estás encima de mi hermana, estate encima de mí también." Jero García no está dispuesto a tolerar este comportamiento y le deja clara la situación. "No te lies. La casa es de ella y tú tienes mucho cuento. Es la última vez que hablas así a tu madre", le dice Jero, que declara la casa espacio libre de humos y se lleva la puerta de la habitación. "Te vas a ganar la puerta. Cuando te lo merezcas te la devolveré."

Carolina tiene miedo a estar sola

Finalizada la conversación, Jero García se lleva a Carolina a dormir a un cortijo. Sola. No le gusta la idea. "Tengo miedo y no quiero. Me da miedo porque no soy madura. Soy una niña", dice Carolina, que muchas veces amenaza a su madre con irse a vivir debajo de un puente. "Eras tú la que decías que te querías ir de casa. Si te vas de casa a ver dónde vas. Irás donde puedas ir. Estás echando de tu lado a tu madre y tu hermana. A la gente que te quiere la estas echando de tu lado tú solita."

Jero García, a Carolina: "No quieres ser como tu madre y por eso la atacas y te peleas con ella"

Después de varios días de trabajo, Jero García intuye que Carolina ataca a su madre porque no se gusta a sí misma. Igual que su madre, es madre soltera y se siente sola. Esto la llena de rabia aunque no tenga ningún sentido. Jero García las enfrenta en un cara a cara. Paqui le pide respeto y le explica que no necesita un hombre a su lado. "He criado a mis hijas y no quiero un tío a mi lado."

Tras escuchar a su madre, Carolina muestra nuevamente su ira. "No te tienes que meter en mi vida. Cada uno tiene su vida y yo fumo porque es mi vicio. Por ser la hija no tengo que aguantar que me machaque una persona. ¿No se puede tener una relación de madre e hija normal? Su tiempo de educarme ya pasó. Que me hubiera partido la boca cuando le di la primera voz y a la siguiente me lo hubiera pensado", dice Carolina, que tras varios minutos desvela uno de sus grandes traumas. "Me parece perfecto que hayas criado a tus hijas sola pero yo no necesitaba esto, necesitaba otra cosa y no lo has visto. Podrías haber tenido otra vida. Podrías haber tenido una persona contigo que te ayudara para que tuviera tiempo para descansar y tiempo para estar con tus hijas. Eso era lo que yo quería. Cuando somos madres solteras lo que necesitamos es un padre. Yo he necesitado el apoyo del padre de mi hija y creo que mi madre también necesitó el de mi padre. Es lo más lógico", dice Carolina que comprende que su frustración es porque está viviendo lo mismo que su mardre. "Me parezco a mi madre, me está pasando lo mismo."

Jero comprende entonces uno de los grandes problemas de Carolina. "Este espejo te refleja a ti misma. Creías que tirabas piedras contra el reflejo de tu madre y no te has dado cuenta de que te tirabas piedras a ti misma. No quieres ser como tu madre y por eso la atacas, peleas y luchas todos los días contra ella."

La falta de una figura paterna

Carolina es una joven machista. "Mi madre me ha dejado pasar la mano. Una figura paterna me habría dicho no porque un hombre sabe mandar mejor que una mujer." Achaca a la falta de una figura masculina todos los problemas de su familia. Considera que autoridad es sinónimo de hombre. Ha llegado el momento de desmontar su teoría. Jero García se la lleva a unas pruebas para opositores a policía. A mujer es la que da las órdenes al grupo. Carolina tendrá que realizar las pruebas con ellos pero no tarda en rendirse. "Con lo valiente que eres con tu madre y para romper cosas. Para eso si tenemos fuerza", le dice Jero.

Tras la prueba, Carolina insiste. "En mi familia yo veo a un hombre como autoridad. El que manda y dice sí y la madre la que pasa la mano. No soy machista. Si hubiera tenido un referente paterno habría sido diferente. Es lo que echo de menos en mi vida", le dice a Jero, que intenta que abra los ojos. "¿Piensas que una hija porque no tenga una figura paterna no tiene que aprender los valores que hay en la vida? No te ha hecho falta un hombre, sino respetar la autoridad de tu madre. La única responsable de que no haya habido una autoridad en tu casa eres tú."

Paqui nunca ha contado a sus hijas la gravedad de su enfermedad

Las decisiones de Paqui han tenido un impacto muy importante en Carolina y su hermana. Ha criado sola a sus dos hijas porque sus parejas la abandonaron. Desde entonces, Paqui se ha volcado en sus hijas y ha tratado de evitarles cualquier sufrimiento, aunque eso suponga ocultarles la verdad sobre su enfermedad. "No soy capaz de contarles lo que me destruye por dentro. Me gustaría contárselo pero es muy duro no quiero que sufra con ese dolor que estoy viviendo."

"No les has dado verdad", le dice Jero. Paqui no les ha contado la preocupación por su enfermedad, ni le ha explicado a Carolina que tiene un padre que las rechazó y como esa situación le hizo sentir. Paqui tiene que abrir sus sentimientos. "¿Por qué te cuesta tanto hacerlos partícipes de tus problemas. Si no lo saben, cómo van a empatizar contigo. Les has hecho egoístas porque nunca se han tenido que ocupar de ti. Tienes una forma de solucionar los problemas nefasta y has utilizado el trabajo como vía de escape. Intenta que descubra a su madre", le ha dicho Bárbara Tovar, psicóloga de 'Hermano Mayor'.

Carolina descubre la gravedad de la enfermedad de su madre

Carolina sabe que se su madre tiene esclerosis múltiple pero no es consciente de la gravedad. Jero García la acompaña a un especialista para que le dé toda la información y pueda empatizar con su sufrimiento. "La he visto insignificante. A ella le duelen las rodillas y a mí me puedendoler las muñecas." El médico la saca de su error. "Es una enfermedad del sistema nervioso del cerebro, se va marchitando. Puede ser terminar en silla de ruedas, con demencia, pañales… Necesita de las familias. Nos gustaría que le quitaran el estrés", le dice el médico. Carolina queda impactada. "No sabía que afectaba al cerebro. Pensaba que era de los huesos", dice Carolina, que con un chaleco con pesos descubrirá como se siente su madre cada día. "Me cuesta andar. Subir y bajar escaleras con el peso. No era consciente de esto. No se veía como un grave problema. Lo ha ocultado para que no pensemos nosotros. Lo ha hecho por mí", dice Carolina muy afectada por su descubrimiento.

Jero, a Carolina: "Al ponerte como una energúmena estás perdiendo a tu madre"

Tras varias semanas trabajando con Jero García, Carolina se da cuenta de los errores y de que su comportamiento puede llevarla a estar sola. "Al ponerte como una energúmena estás perdiendo el amor de tu madre, la estás alejando. ¿La dejamos que se hunda? Va a llegar un momento en que no podamos salvarla", le dice Jero. Carolina se rompe. "No es lo que quiero. No soy consicente de las cosas que hago y creo que las cosas son como yo las hago. Yo no quiero perderla, quiero una relación normal, como la de todo el mundo. Quiero que salgamos juntas, no discutir y estar bien pero en los momentos de rabia siento odio y pierdo los papeles. No sé como parar", dice Carolina, que está dispuesta a cambiar.

Carolina afronta sus miedos

Carolina no es capaz de afrontar sus miedos. Hace un tiempo tuvo un accidente patinando y desde entonces no ha sido capaz de volver a hacerlo. Sus miedos, una vez más, le impiden disfrutar de lo que mas le gusta. Tiene que superarse y sentirse capaz. Con la ayuda de un entrenador, Carolina lo consigue. Su hermana se siente muy orgullosa. Por primera vez en mucho tiempo, Belén y Carolina son capaces de hablar. "Me siento apoyada. Me gusta que sea así. Me gusta tener gente a mi alrededor que me quiera y que me apoye.Se acabaron los malos rollos y vamos a hacerlo bien. Quiero que la relación con mi hermana sea normal."

Carolina empieza a ver la realidad, quiero que reflexione sobre sus miedos y que se enfrente a ellos. "Nunca te podré decir que no tengas miedo, porque es un sentimiento, una emoción que viene. Yo he subido 70 veces a un ring y siempre tenía miedo pero vencía al miedo", le dice Jero a Carolina, que por primera vez habla de los sentimientos que le produce el abandono de su padre. "Los mayores abandonos han sido el de mi padre y el del padre de mi hija. No tengo relación con mi padre. Mi madre lo ha intentado pero ha llegado un punto en que no quiero. Se ha repetido la historia", le dice a Jero, que le hace ver que no está sola. "Hay dos soluciones: acercarte a tu padre o tirar para adelante. No pasa nada. La soledad y creerme solo provoca inseguridad y autoestima baja. Eso provoca celos y eso provoca rabia y te pones en contra de la persona que te demuestra que te quiere, que te ama. Armonía cariño, amor. No puedes tener miedo a la soledad porque no existe, existe solo en tu cabeza. Tienes a tu gente."

Lya, cantante de flamenco: "Hay que superar muchas barreras y luchar mucho pero puedes llegar"

El cambio de Carolina es un hecho. Por fin ha comprendido que tiene que buscar un trabajo y ayudar a su madre. Carolina ya no es la misma y Jero cree que es el mejor momento para que reciba una visita muy especial para ella. La cantante de flamenco pop Lya se reúne con ella."Hay que superar muchas barreras y luchar mucho. Si no pedes por un lado, tiras por otro pero tienes que tener interés en salir adelante y sacar a tu niña adelante. Tienes que pensar que vas a llegar y pensar que puedes. Claro que puedes."

Con el ejemplo de Lya, Jero hace comprender a Carolina que siempre se puede salir adelante. "A base de esfuerzo y sacrificio están haciendo lo que les gusta y han soñado. El barrio no marca, los destinos los macamos nosotros a pico y pala, luchando, batallando y soñando", le dice Jero a Carolina, que sabe que ha llegado el momento. "Quiero cambiar. Es hora de cambiar."

"Mamá, perdóname. No voy a ser así"

Finalizada la terapia con Jero García, llega el momento de que Carolina vea cómo se comportaba con su famiilia. "Soy una salvaje. ¡Qué vergüenza! Quiero estar bien con mi familia y quererlos. Lo siento. Siento tanto haberme comportado así con ella. No se lo merece, no sé como he podido machacarla tanto tiempo. Quiero abrazarla y pedirle perdón por todo lo que le he hecho", le dice a Jero.

Por fin, Carolina es consciente del daño que ha hecho. "Perdóname. Lo siento. No voy a ser más así, te lo prometo. He tenido que aprender muchas cosas para darme cuenta de todos los años que estado machacándote. Tenía que haber sido al revés. Tenía que haberte ayudado y haber estado contigo", dice Carolina, que tras el paso por el programa ha retomado sus estudios y está mucho más unida a su madre. "Estamos luchando día a día para que todo vaya a mejor. Me siento orgullosa de estar cambiando e ir progresando."