La convivencia con Soraya era imposible. Posesiva y celosa, Soraya se había convertido en una niña malcriada que, tras no superar la separación de sus padres, se ha aprovechado de su situación para hacer lo que le venía en gana. Soraya estaba a punto de perder el curso por no acudir a clase y se aprovechaba de ser la niña de los ojos de su padre, que era absolutamente incapaz de decirle que no.
La relación entre madre e hija se basaba en los gritos y las peleas. Mariluz intentaba ponerle normas pero la escasa implicación de Eduardo hacían de sus intentos por educar a su hija fracasasen una y otra vez. Consciente de las debilidades de su padre, siempre buscaba su complicidad poniéndolo en contra de su madre y provocando discusiones constantes entre ellos.
"No es bueno que entienda que puede salirse siempre con la suya"
La complicada situación familiar obligaba a Pedro García Aguado a actuar con los padres, que debían tomar conciencia de que su desaveniencias fortalecían a su hija. "Tienes que reforzar a Mariluz y tienes que confiar en que lo que te cuenta no es mentira. Quizás piensas que así tu hija te respeta pero es todo lo contrario. Es inaceptable. Todo lo que hiciste cuando era pequeña tenía un sentido pero ahora no está enferma. No es bueno que entienda que puede salirse siempre con la suya. Lo único que quiere es que estés ahí para que le des dinero", le ha dicho Pedro García Aguado a Eduardo.
Tras comprobar que su hija le utilizaba y le manipulaba, Eduardo tomó una firme decisión: quitar a su hija todos los caprichos que durante años le ha dado. Soraya montó en cólera. Por primera vez su padre le hacía frente y le demostraba que nunca más iba a salirse con la suya. Ni los gritos ni las amenazas surtieron efectos. Eduardo fue fuerte. "Te lo daré cuando te lo ganes."
Andy y Lucas apoyan a Soraya en su cambio
Tras varias semanas de trabajo, Soraya se ha dado cuenta de que su vida necesita un cambio. Para mantener ese cambio de actitud, Pedro García Aguado ha pedido ayuda a Andy y Lucas, grupo favorito de la joven, que le dice que debe cambiar y respetar a su madre. "Acercándote a tu madre y sólo preguntándole que tal se encuentras verás su cara de satisfacción. Eso no tiene precio. Una madre sufre mucho y los padres con los niños intentamos dárselo todo. Las madres parecen las malas de la película pero son las buenas porque son las que educan", le han dicho los artistas.
Por fin, Soraya ha tomado conciencia del daño que hace a su familia y a ella misma con su comportamiento. La terapia con Pedro García Aguado y Sonia Cervantes le ha abierto los ojos y se ha dado cuenta de que no va a perder a sus padres por mucho que estén separados. Por primera vez en mucho tiempo, Soraya ha podido fundirse en un abrazo con sus padres, a los que les ha dicho lo mucho que les quiere y que lamenta los difíciles momentos que les ha hecho vivir. Sus padres han recibido a esta nueva Soraya con los brazos abiertos. "Los cafés y las salidas conmigo vendrán rodando. A medida que vayas cambiando estaré más contigo. Nos vas a tener siempre. Los problemas que tengamos nosotros no te preocupes, no tiene nada que ver contigo. Siempre vamos a estar contigo y no nos vas a perder ni a él ni a mí", le ha dicho su madre.