El primer hogar en recibir la visita de Pedro será el de una adolescente enfurecida con el mundo: carga con todo tipo de insultos hacia su madre, a la que acusa de la muerte de su padre drogodependiente, y ya ha pasado una temporada en un centro de menores acusada de robo con intimidación; además, amenaza y agrede a su hermana y es adicta al Messenger y al teléfono móvil, que utiliza para comunicarse con unos amigos que se ganan la vida trapicheando.
Pedro, el Hermano Mayor de Cuatro, indagará en las relaciones familiares de la joven, le propondrá modos de controlar y descargar su ira a través del deporte y buscará una motivación sobre la que pueda proyectar un futuro.