Frank de la Jungla atraviesa Mongolia en busca de los últimos Hombres Reno

cuatro.com 09/01/2013 11:19

Marco Polo ya hablaba de ellos en su libro de 'Las Maravillas'. Los define como una tribu de gente salvaje que vive en las regiones más extremas de Mongolia y cabalga a lomos de unos renos. Frank quiere conocerlos.

Llegar a ellos no será fácil. El aventurero sufrirá todo tipo de percances durante el viaje y estará acompañado durante todo el camino por su peor enemigo: el frío. Hay que tener en cuenta que en Mongolia, en invierno, las temperaturas pueden sobrepasar los treinta grados bajo cero. "¡No puedo más! ¡Dimito! ¡Me voy!", gritaba Frank a su equipo después de haber pasado la primera noche en tienda de campaña en la estepa de Mongolia. Y eso sólo era el principio. Las temperaturas seguirían bajando.

El viaje hasta la tribu de los Tsaatan, los Hombres Reno, comienza en una furgoneta rusa de los años cincuenta. "Este es el mejor medio de transporte para viajar por aquí", explica Frank. "No hay carreteras asfaltadas. No hay señales de tráfico. Tendremos que ir campo a través y cruzar muchos ríos".

Cinco horas después de la salida llega el primer susto. La furgoneta, de repente, se para. Y Frank se enfada. "¿A quién se le ha ocurrido venir aquí?", se pregunta. Por suerte, Paina, el conductor mongol, desmonta un mechero y con un pequeño muelle logra arreglar un fallo en el carburador.

El viaje parece interminable porque Frank no puede evitar hacer una parada cada vez que desde los cristales de la furgoneta divisa algún tipo de animal. Águilas, ardillas, ovejas y, por supuesto, el yak.

El yak, una especie de vaca de pelo largo, le hará sudar la gota gorda a Frank. Utiliza diferentes técnicas para intentar acercarse a estos animales pero ellos siempre huyen.

Por ejemplo, 'la croqueta', consistente en revolcarse por el suelo y desplazarse hasta ellos poco a poco. O 'la cabra'. Frank se embadurna en excrementos de yak y se disfraza de cabra para intentar pasar desapercibido. Probablemente el momento más divertido nunca antes protagonizado por Frank Cuesta. "Son técnicas que hago a menudo y casi nunca funcionan. Pero a lo mejor hoy suena la flauta", bromea.

Tres días de furgoneta y se ve obligado a cambiar de medio de transporte. A la tribu de los Hombres Reno sólo se puede llegar a caballo. Más de diez horas al trote dan para mucho. Uno de los caballos se desboca y el equipo de cámaras sale volando por los aires.

Con el cuerpo muy dolorido Frank y su equipo llegan por fin a la tribu de los Hombres Reno. Alrededor de cincuenta personas y más de trescientos renos les dan la bienvenida.

Los hombres reno utilizan a los renos como medio de transporte, beben su leche, comen su carne y también aprovechan su piel, sus cuernos e incluso sus pezuñas. Para ellos, el reno lo es todo.

Lo que Frank no sabía es que le iba a tocar trabajar. Los jefes de la tribu le exigen que les ayude en sus tareas cotidianas si quiere permanecer unos días junto a ellos. Cortar leña y ordeñar renos serán algunos de los trabajos que tendrá que realizar.

Probablemente uno de los lugares más bellos del Mundo y nunca antes visitados por una cámara de televisión en España. "Son una tribu que año a año ve reducir sus miembros y que dentro de poco pasará a ser una leyenda. Estoy muy contento de haberlos conocido", dice un emocionado Frank.

Un Frank de la Jungla muy diferente.