Frank de la Jungla recorre Mongolia para aprender a cazar con águilas

cuatro.com 15/01/2013 11:56

Gobi, en mongol, significa “semidesierto”. Ocupa el sur de Mongolia y el norte de China. Su territorio es cinco veces mayor al de España. “Aquí no hay carreteras asfaltadas ni señales de tráfico. Tenemos que estar muy atentos y no desorientarnos porque si nos perdemos no nos encuentran en meses”.

Para mostrarnos la fauna que habita en este desierto, a Frank le tocará sufrir.

Primero, por el calor. En el Gobi las temperaturas suelen sobrepasar los cuarenta grados.

“Es insoportable. Mirad hacia allí… parece agua y no lo es. Tengo tanto calor que estoy viendo espejismos”.

Y segundo, por las carreras. Aquí los animales parecen correr más rápido que en ningún otro lugar del planeta. Frank va detrás de todos los lagartos y mamíferos que divisa en el horizonte del Gobi. ¡Sigue en plena forma porque no se le escapa ni uno! Aunque, casi siempre, se lleve arañazos y mordiscos en el intento.

Que nadie piense que por estar en el desierto y no en la jungla la vida de Frank va a ser más tranquila. El equipo pasa apuros en varios momentos. Por ejemplo, cuando un grupo de más de 500 camellos los acorrala. “¡Mucho cuidado! ¡Se están enfadando y los camellos cuando se enfadan pueden escupir!”, explica Frank bastante nervioso.

Una vez completada su misión en el Gobi, Frank y su equipo cogen un avión hacia las montañas que hacen frontera con Kazajistán. “Ya hemos conocido todos los animales que viven en el desierto. Ahora viene lo mejor: Quiero aprender a cazar con águilas”.

Expertos jinetes que lanzan al aire sus águilas para cazar lobos y zorros. La caza con águilas es una tradición que tiene más de 4.000 años de antigüedad. En un extenso valle ubicado entre Rusia, Mongolia y China Frank conoce al maestro Bao Di. Él será el encargado de enseñar a Frank a cazar con águilas.

Bao Di le explica a Frank que las uñas de las águilas son como cuchillos. “Ellas primero enganchan con las patas y luego matan con el pico”. ¿Conseguirá Frank mantener el equilibrio al trote sobre un caballo y un águila de casi dos metros apoyada en su brazo derecho? Cazar con águilas no es tan fácil como Frank lo imaginaba.

Durante el entrenamiento con águilas conoceremos todas las caras de Frank. Enfadado, triste, decepcionado, mareado y contento. La alegría máxima le llega cuando consigue tener en sus manos una marmota. “Llevaba tres años buscándola. La había visto de lejos en los Pirineos, pero nunca había podido ver de cerca ninguna”.

Pero ojo, un mal movimiento junto a una marmota puede ser letal. “Transmiten la peste. Si me muerde, en 48 horas estoy muerto porque en esta región no hay hospitales”.