Los elefantes están en buenas manos

cuatro.com 27/10/2010 11:17

Para todos aquellos que os quedasteis afectados por el tema de los elefantes trabajando en las montanas, deciros que esos animales y otros dos más ya están libres en una reserva.

Como ya explicamos en uno de los episodios, yo trabajo directamente con AGA (Guardianes de animales de Tailandia) y una de mis labores principales es la de encontrar y solucionar problemas de abuso de animales.

Una de las cosas que tenéis que entender es que para esta gente, no es un abuso de los elefantes porque han vivido de la misma manera por generaciones y es como los bueyes que se utilizaban en España en el pasado.

La mejor manera de ayudar a los animales no era denunciando a esta gente sino ayudarles a cambiar el método de trabajo. En la asociación decidimos que la única manera sería si pudiéramos cambiar los elefantes por tractores y de esta manera no destrozaríamos la única manera de subsistencia de muchísimas familias.

Pudimos recaudar un dinero y el resto lo pusimos de nuestro bolsillo (como siempre) para comprar los tractores. Y se hizo el cambio hace ya dos meses.

Yo entiendo que mucha gente se sintió afectada por esas imágenes pero eso no es nada comparado con las cosas que tenemos que ver en el día a día, especialmente con los cazadores furtivos, que matan y destrozan a los animales por las pieles o por partes del cuerpo.

Uno de los aspectos que tenéis que entender es que cada vez que veáis imágenes de sitios así grabadas por nosotros, pasado un tiempo, la gente será procesada o se llegará a un trato para evitar el sufrimiento animal. Eso es lo que hago y seguiré haciendo.

Siento el no haber avisado a Cuatro de este detalle, pero nosotros hacemos las acciones en la asociación por amor a los animales y no para salir en la tele diciendo lo buenos que somos. En esta ocasión os lo cuento, pero para próximas veces, que sepáis que jamás me quedo quieto ante estas situaciones, así que dormir tranquilos, que al menos esos elefantes no sufrirán la carga del trabajo forzado nunca más

Regards, Frank